César Arnetta / @cesararnetta
Paul Neaverson, de 61 años, entró a un banco ubicado en Rainham, Kent, Reino Unido, donde fue directo al cajero y amenazó con un cuchillo para robar el banco.
Ante la amenaza el empleado no resistió y le dio todo el dinero. Pero una de las peticiones del ladrón era que el dinero fuera depositado en su cuenta bancaria.
Neaverson al ver que su primer asalto tuvo éxito, fue para otro banco de la sucursal HSBC que se encontraba a unos pocos metros e intentó aplicar el mismo método. Sin embargo, el ladrón fue detenido, debido a que el empleado del primer banco llamó a la policía.
El abogado de Neaverson, Dany Moore, calificó el robo de su cliente como “ridículo”. También destacó que su cliente nunca había cometido delitos antes.
La sentencia fue de dos años por los dos intentos de robo y por portar una navaja. Neaverson aceptó los cargos.
2015-09-15