La muerte de un recluta, durante un confinamiento de castigo, causó hoy la dimisión del ministro de Defensa de Taiwán, Andrew Yang, tras menos de una semana en el cargo.
Su decisión, anunciada hoy, le convierte en el segundo ministro de Defensa, tras Kao Hua-chu, que pide la dimisión tras la muerte del recluta Hung Chung-chiu, debido a un exceso de ejercicios durante un confinamiento de castigo.
Además, el Parlamento taiwanés aprobó hoy una ley que somete a los militares a la jurisdicción civil por delitos cometidos en tiempos de paz, ante el clamor popular en demanda de justicia y transparencia causado por el caso de Hung.
La enmienda de la ley de enjuiciamiento militar se aplicará a los casos aún pendientes, incluyendo el de Hung, en el que han sido acusados 18 oficiales, pero en el que la familia considera que no se está llegando al fondo.
El recluta Hung Chung-chiu, de 24 años de edad y graduado de la Universidad Nacional Cheng Kung, murió el 4 de julio pasado, tras realizar ejercicios agotadores, dos días antes de la fecha en que debería finalizar su servicio militar.
Hung fue enviado a un centro de confinamiento por haber llevado un teléfono con cámara a su unidad militar, después de un permiso, en contra del reglamento que sólo prescribe una penalización administrativa por dicha falta.
La muerte del soldado desencadenó fuertes protestas en la isla, donde se han celebrado dos manifestaciones multitudinarias, la última con más de 150.000 personas, para reclamar justicia y la reforma de la normativa militar. EFE