BBC Mundo
La ardilla gris le ganó la batalla a los británicos. El gobierno ya no luchará contra esta especie invasora.
Las ardillas rojas supieron en una época ser la única especie de ardilla en Europa. Todo cambió cuando a finales del siglo XIX llegó a Reino Unido desde Estados Unidos la temida ardilla gris (Sciurus carolinensis).
Desde entonces, las autoridades británicas han luchado contra la ardilla gris a través de una ley de 1937 que obligaba a la gente a denunciar la presencia de esta especie en su propiedad para que así pudiera ser destruida.
La ardilla gris no sólo aumentó la competencia por alimentos con sus parientes autóctonos, también son capaces de comer lo que encuentran a ras del suelo, digieren las bellotas, algo que las rojas no pueden, y también contagian un virus mortal de la viruela que a ellas no las afecta.
Razones suficientes para defender a la ardilla roja y empezar una cruzada contra la gris, que integra la lista de las 100 especies más invasivas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Pero esta semana los británicos se rindieron.
2014-03-25