El ministro japonés de Interior y Comunicación, Yoshitaka Shindo, visitó hoy con motivo del festival anual de otoño el controvertido santuario tokiota de Yasukuni, símbolo del imperialismo nipón en Asia y tradicional punto de fricción con China y Corea del Sur.
Shindo acudió al santuario sintoísta a primera hora de la mañana y aseguró tras su visita que ésta se produjo "con carácter privado", con lo que no consideró que pueda generar "problemas en las relaciones diplomáticas", informó la cadena NHK.
En este sentido, las visitas de miembros del Gobierno japonés a Yasukuni, ubicado en el centro de Tokio, provoca cada año la airada protesta de los países que sufrieron el imperialismo nipón, al rendir homenaje a los millones de caídos durante conflictos armados entre 1853 y 1945 y a 14 notorios criminales de la II Guerra Mundial.
En la víspera, el primer ministro, Shinzo Abe, envió una ofrenda al polémico santuario aunque no lo visitó y tampoco prevé hacerlo durante el día aparentemente para no empeorar las tirantes relaciones con Seúl y Pekín.
Abe envió a Yasukuni un árbol sagrado conocido como "Masakaki" que se emplea en rituales sintoístas, en un gesto que, según los analistas locales, le sirve para contentar a sus bases más conservadoras sin tensar aún más los lazos diplomáticos.
No obstante, ayer el Gobierno chino pidió a Japón que "afronte honesta y seriamente su historia de agresión" y "respete los sentimientos de China y otras naciones", en respuesta a la ofrenda realizada por Abe en el santuario.
Japón mantiene históricamente tensas sus relaciones con China y Corea del Sur debido sobre todo a las disputas territoriales que mantiene con ambas naciones por la soberanía de las islas Senkaku/Diaoyu y Dokdo/Takeshima, respectivamente, lo que se une a las tiranteces provocadas por la brutal etapa colonial japonesa./EFE