Dolores Hernández/@doloreshernandz
Angie es una británica de 48 años de edad que dice tener miedo a los dentistas porque su madre murió a los 34 años de un cáncer de garganta descubierto al caérsele un diente.
Ella estaba preocupada porque se le empezaron a mover algunos dientes, e incluso algunos se le habían caído, pero la idea de ir a un dentista la aterraba por lo que acudió a fijarse los dientes ella misma con un poco de pegamento.
Esta mujer, al estar avergonzada de su boca se convierte en recluta. “Incluso frente a mi hijo, me daba vergüenza sentarme y tener conversación con él. Volvía la cabeza al hablar con él. La mitad del tiempo hablaba con la mano delante en la boca.” Dijo Angie.
Finalmente acudió a una consulta donde los dentistas tuvieron que quitarle la mayoría de los dientes e insertarle pernos de titanio en el cráneo para atornillarle la dentadura postiza y así poder transformar su sonrisa, recuperándola tras una operación de tres horas.
2015-06-02