2001online.com | Agencias
Como si se tratar de una imagen futurista, tres cúpulas transparentes son ahora parte de un exclusivo restaurante de sushi en California, Estados Unidos, para evitar el coronavirus.
Invertir en estas ‘Garden Igloos’ fue un riesgo que los dueños de Hashiri Restaurant decidieron tomar. De esta forma pudieron reactivar el negocio durante la pandemia.
“Queríamos seguir ofreciendo una experiencia gastronómica fina, y la seguridad y la paz. Mint Plaza es un espacio fenomenal. Solo que a veces la multitud no es muy favorable“, señaló Kinichiri Matsuura, gerente general, al diario San Francisco Chronicle.
El restaurante de sushi y kaikesi con una estrella Michelin se inspiró en los domos que había visto en el Mediamatic Eten de Ámsterdam, un restaurante vegano. El precio de cada uno de estos “Garden Igloos” es de 1.400 dólares y pueden albergar hasta a cuatro comensales en su interior.
Para poder tener la experiencia de comer en estos domos, el restaurante pide que se haga una reserva con anticipación para programar la visita.
En su página web detallan que el costo por persona es de 200 dólares. El precio incluye: 5 platos Kaiseki y Omakase Edomae Nigiri Sushi, según su carta.
Medidas de seguridad
Los comensales tienen turnos máximos de dos horas para consumir los cinco platos. De acuerdo con una publicación en el Facebook del restaurante oriental, hay dos turnos: el primero a las 5:00 pm y el otro a las 7:30 pm.
Entre cada turno, el personal del restaurante desinfecta las burbujas y todo cuanto los clientes hayan tocado. Entre las medidas de bioseguridad, el establecimiento añadió una canasta para las pertenencias de sus comensales. Además, rodeó con barriles los domos para separarlos de las personas que circulan por la zona.
Debido a esta especie de separación invisible, estos iglúes también han levantado críticas. “A menudo es difícil determinar si el restaurante está respondiendo a problemas legítimos. O si el restaurante está respondiendo a los comensales adinerados que se sienten culpables por comer comidas caras en presencia de personas indigentes”, dijo Jennifer Friedenbach, directora ejecutiva de Coalition on Homelessness al San Francisco Chronicle.
Por su parte, Matsuura manifestó que los iglúes han sido un éxito en su negocio. Las ventas empiezan a resurgir luego del confinamiento obligatorio en California al que su negocio se sometió por el coronavirus. El gerente general se proyecta a comprar más de estas burbujas, porque para él dan tranquilidad a sus clientes logrando la sensación de seguridad.
2020-08-16
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