Un niño de 10 años llamado Alexander Kettler estaba jugando en el ático de su casa en el norte de Alemania cuando descubrió nada menos que un ataúd con un una momia en su interior.
Aparte del sarcófago fueron hallados una máscara mortuoria y un recipiente como los que se usaban en el antiguo Egipto para dejar los órganos de las personas que había fallecido, también algunas grabaciones escritas en jeroglíficos.
Se cree que el sarcófago ha permanecido guardado durante más de 40 años en el ático de la casa, según explicó el padre del niño, quien afirma que pedirá a expertos de Berlín que examinen a la momia y certifiquen su autenticidad.
La familia ha dado una explicación en la que afirman creer que quien llevó la momia a la casa fue el abuelo del niño, ya que el hombre realizaba viajes a África constantemente en los años 50, cuando aún era legal el trafico de momias verdaderas./ nosabesnada
Lunes, 05/07/13