Suena a película de terror, una mujer quedó paralizada por el anestésico pero suficientemente consiente para sentir como le extraían dos dientes.
Dianne Parr recibiría anestesia general y otro medicamento para paralizarla, pero por problemas de comunicación, los médicos olvidaron aplicar la primera.
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Parr explicó a un diario local que "fue horrible sentir todo ese dolor y ser incapaz de moverme o gritar para pedir ayuda". Sin duda los más eternos y dolorosos 40 min de su vida. Ella temía morir de un ataque al corazón en la mesa de operaciones.
Explicó, además, que trató desesperadamente de llamar la atención del cirujano, quiso gritar pero todos sus intentos fueron en vano./Con información de Planetacurioso.com
2014-10-02