Esto es lo que sucede en la isla Macquarie, ubicada a unos 1,500 kilómetros al sureste de Tasmania, Australia, la pequeña isla se ha convertido en el maravilloso hogar de cuatro millones de pingüinos de todos los tamaños, donde no se ven amenazados por los humanos.
"En el siglo 19 aquí se mataba a golpes a cientos de miles de pingüinos y se los arrojaba al interior de unas calderas de hierro fundido para deshacerlos en forma de aceite útil y residuos inútiles". Desde 1998 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y en la actualidad la isla ha ayudado a proteger el ecosistema y las especies vulnerables.
Los pingüinos rey llenan la isla en su periodo de apareamiento, además tienen que compartir su paraíso con 100.000 focas, principalmente elefantes marinos./Con información de PlanetaCurioso.com
2015-08-23