Gabriel Noriega, este nombre quizás hoy en día te suena más familiar; pero el torpedero resultó de un cambio que al principio parecía dudoso para unos desesperados Leones del Caracas antes de iniciar la zafra 2022-2023. Por él, los Leones entregaron a los jóvenes Romer Cuadrado y Antonio Piñero, ambos venían de ser campeones del mundo Sub23 con la selección de Venezuela, y la gerencia melenuda no escatimó en entregarlos a Navegantes del Magallanes.
A cambio, recibirían a dos lanzadores y al infielder Gabriel Noriega. Los selváticos estaban pensando en un jugador de cuadro interior que pudiese apoyar a Wilfredo Tovar en las paradas cortas; y vaya que lo consiguieron.
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Incluso, habían tanteado la posibilidad de hacerse con el shortstop Huberto Arteaga desde las Águilas del Zulia, pero el canje con el conjunto rapaz finalmente no se dio. Es por eso que contactaron a la Nave Turca, para preguntar por un Noriega que para el momento, no despertaba muchas esperanzas en el público aficionado, ese que estaba también hambriento por el ansiado título número 21.
Un cambió que generó polémica
Aquel cambio múltiple, en su amplia mayoría no gustó. Propios y extraños despotricaron, y con sobradas razones, aquel cambalache que quizás dejaría mal parado al Caracas. Pues, suponía la entrega de dos jóvenes peloteros que tenían toda la pinta de ser una base importante de cara al futuro.
Sin embargo, la gerencia capitalina argumentaba que necesitaban un infield para apoyar en el diamante, y que pudiera aportar en todos los sentidos. Piñero era y sigue siendo un guante prodigioso, pero con el madero tenía y aún tiene serias deficiencias.
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Noriega no tardó mucho en rendir
En efecto, al iniciar la zafra pasada, José Alguacil alineó a Gabriel Noriega. Estaban haciendo uso de una pieza que requerían de inmediato y así lo refrendaba el mandamás melenudo.
Aquel octubre, Noriega, todo un trotamundos de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, conectaba 9 hits en 22 turnos al bate, con 1 jonrón, 2 carreras remolcadas y un average de .409.
En noviembre de la pasada campaña, consumió 86 turnos legales, y despachó 18 hits con 3 vuelacercas y 11 carreras impulsadas. Ese periplo no fue un tanto justo con él, pues; aunque se evidenció su notable contribución, sólo se ponderó un promedio de .209.
Este año, Gabriel Noriega conoció el clímax de su tórrida ofensiva. En octubre consumió 35 turnos y conectó 16 imparables, además despachó 1 cuadrangular e impulsó 12 rayitas hasta la caja registradora. Aunado a eso, su rimbombante average quedó en .457.
Y si octubre del 2023 fue álgido, noviembre del presente año no se quedó atrás. El noveno bate caraquista registró en el pasado periodo 30 hits, en 83 veces al bate. Por si fuera poco, impulsó a 23 compañeros y anotó en 13 oportunidades. Este registró le derivó en un alto promedio de .361.
Todo esto claro está, ubicándose como noveno en el orden a la hora de batear, un puesto asignado por José Alguacil y donde al parecer Gabriel Noriega encuentra múltiples y notorias oportunidades para sumar. Sobre todo en un actual campeón, que lo tiene ahora como pieza fundamental.
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