David Bowie es el icono del "glam", un fenómeno que borró los límites entre el arte y la vida subido a unos tacones y bañado en purpurina, pero que va mucho más allá, como muestra una exposición en la galería Tate de Liverpool.
"Glam! Representación de Estilo", que se inauguró hoy en la galería del noroeste de Inglaterra, aúna más de un centenar de obras artísticas de Europa y Norteamérica observadas desde el prisma de este fenómeno que marcó a miles de adolescentes entre 1971 y 1975 y que cuenta entre sus referentes a David Bowie y Andy Warhol.
Además, el "glam", término que deriva de la palabra "glamour", trascendió la mera estética para convertirse en una actitud.
"El ‘glam’, a diferencia del ‘punk’, no se quedó solo en Londres sino que se extendió por todo el país. El ‘punk’ era extremo: o estabas o no. El ‘glam’ abarcaba un espectro más amplio, porque trataba sobre la propia reinvención", explicó a Efe la subcomisaria de la exposición, Eleanor Clayton.
Como la habitación de un adolescente de los 70, la muestra comienza con una selección de discos, carteles y revistas que enfatizan la actitud interdisciplinar que inundó las escuelas de arte del Reino Unido.
"Durante los 60, muchas estrellas del rock surgieron de los centros de arte, como Brian Ferry, el líder de la banda Roxy Music, que fue alumno del pintor Richard Hamilton", explicó Clayton.
Ferry reclutaría en 1971 para su grupo de "glam rock" al músico Brian Eno, que se presenta en la exposición con un traje que lució en el disco "For Your Pleasure" (1973), diseñado por su novia de entonces, Carol McNicoll.
El padre del "pop art", Richard Hamilton, entendió que "el artista del siglo XX es inevitablemente un consumidor de cultura de masas y un potencial contribuyente", y nutrió esa idea con obras como "Swingeing London 67″ (1968-69), una pieza estrella de "Glam!".
La pintura representa a Mick Jagger y al comerciante de arte Robert Fraser esposados tras ser detenidos por posesión de drogas y encarna otro principio del "glam": la fusión entre la alta cultura y la cultura de masas.
Otro personaje clave de este fenómeno fue el pintor David Hockney, cuya icónica obra, "Señor y señora Clark y Percy" (1970-71) confirma la existencia de un mundo en el que confluían pintores, músicos y diseñadores de moda.
Paralelamente, en EEUU, con Nueva York a la cabeza, crecía el fenómeno "camp", basado en la ironía, la exageración y la estética "drag".
"Lo que en el Reino Unido era ‘glam’, escuelas de arte, Ferry o Eno, en EEUU era ‘glitter’, Warhol o el Teatro del Ridículo. Fueron actividades que ocurrieron a la vez", señaló Clayton.
Otra pared plagada de recuerdos rinde homenaje al ambiente neoyorquino y a su rey, Andy Warhol, y su reino, "The Factory" ("La Fábrica"), un lugar de peregrinación que también visitó en 1971, con pelo largo y sombrero, David Bowie.
El encuentro quedó grabado en un vídeo que la muestra recupera y que expone junto al cartel de "PORK", una obra de teatro de Warhol y cuyo reparto se convirtió posteriormente en el primer equipo de Bowie.
En 1972, el músico británico (que el próximo marzo sacará un nuevo trabajo, "The Next Day") revolucionó la historia de la música con el nacimiento de Ziggy Stardust, un extraterrestre sexualmente ambiguo encarnado en una estrella del rock.
Este juego con la propia identidad y el sexo también fue propio del "glam": "En el Reino Unido de los 70, te recordaban diariamente que mujeres y hombres eran de determinada manera; el ‘glam’ permitió a la gente cuestionarlo y difuminar las fronteras", aseguró la subcomisaria.
La muestra, por ello, aúna autorretratos de artistas como Ulay o Jürgen Klauke que juegan con la androginia, la ambigüedad y la combinación de hombre y mujer en el mismo cuerpo. EFE