ISMAEL PACHECO VELÁSQUEZ
GABRIEL RODRÍGUEZ
HENRY ROLDÁN SESTI
ENVIADOS ESPECIALES BARQUISIMETO
Los últimos partidos de la ronda regular mostraron los embates del cansancio en los brazos de los Cardenales de Lara. En todo el round robin, el que fue el mejor pitcheo colectivo de la liga se transformó en el principal dolor de cabeza de Pedro Grifol y todo su cuerpo técnico.
Pero todo volvió a la normalidad. Cardenales ganó sus últimos cinco partidos de la semifinal con excelentes labores monticulares de Ken Ray, Máximo Nelson y compañía. Una racha que se elevó a su máxima potencia anoche en el parque Antonio Herrera Gutiérrez, cuando Raúl Rivero se levantó como verdugo magallanero en la segunda victoria de su equipo en la serie final con marcador final de 4 carreras a 2.
Cuando se anunció a Rivero como lanzador del tercer juego (ayer mismo), la mayoría quizás pensó en los altibajos del criollo como abridor. Sin embargo, esa moneda al aire ayer cayó en cara. El derecho lanzó durante 5.2 entradas y solo dejó escapar un par de inatrapables: uno de Héctor Giménez en el quinto tramo y un doblete de Endy Chávez un tramo después.
El derecho natural del estado Sucre no permitió carreras, y le dejó al bullpen la oportunidad de volver a ser ese mismo cuerpo de apagafuegos que, hasta finales de diciembre del año pasado, no permitía demasiadas distracciones. Pedro Grifol le dio la bola a Rómulo Sánchez, Richard Castillo, César Jiménez y Víctor Moreno.
Entre todos, solo el cerrador permitió dos inatrapables: un par de cuadrangulares consecutivos de Elvis Andrus y Pablo Sandoval que tiñeron de ribetes dramáticos, por algunos momentos, un partido que lució por una sola calle prácticamente desde el comienzo.
En la ofensiva, la toletería cardenalera no fue avasallante, pero sí muy oportuna. Jugadores como José "El Chato" Yépez, quien se fue con un par de hits en cuatro turnos con doblete e impulsada, además de Luis Valbuena, quien también sacó un par de dobletes en tres turnos.
PINO ES EL “GALLO TAPAO”
Antes de comenzar la serie final, Cardenales de Lara puso la incertidumbre como principal característica en lo noticioso. Los crepusculares decidieron tomar a Ernesto Mejía como sustituto y dejaron ir a un abridor como Justin Cassel, pero más allá de eso, sorprendieron en la mesa al reservarse el derecho a tomar un segundo sustituto. Los primeros tres partidos caminaron con la incógnita de quién era el sustituto, si era lanzador y por cuál jugador importado entraría.
Anoche, luego del partido, el misterio se desveló. La jefatura de prensa del club crepuscular anunció ya concluido el tercer juego de la final, que el lanzador Yohan Pino, de los Tigres de Aragua y que jugó como sustituto con los Leones del Caracas, será en definitiva el jugador elegido por la gerencia cardenalera y el sacrificado, aunque continuará acompañando al equipo según las palabras del mismo Pedro Grifol, será el utility norteamericano, Joe Thurston. Pino está listo y será el abridor de hoy para el cuarto juego de Cardenales de Lara.