El París Saint-Germain de la generación de David Ginola, Raí y George Weah, el que más lejos llegó en la historia del club en la principal competición europea de clubes, ya fue capaz en 1995 de imponerse al FC Barcelona en los cuartos de final del torneo.
Este martes, parisinos y catalanes cruzan sus caminos en la Liga de Campeones por segunda vez en su historia y lo hacen en la misma ronda que entonces, los cuartos de final.
Hace 18 años, el Barcelona, entonces ya en el final de la etapa del ‘Dream Team’ de Johan Cruyff, había sufrido mucho para superar su grupo, quedando segundo por detrás del Gotemburgo sueco.
El París Saint-Germain, sin embargo, había sido una de las grandes revelaciones de la primera fase, con un pleno de 12 puntos y seis victorias, cuando los triunfos se recompensaban todavía con dos unidades.
Los franceses habían comandado su grupo, por delante del Bayern de Múnich alemán, el Spartak de Moscú ruso y el Dinamo de Kiev ucraniano, esos dos últimos eliminados.
A pesar de ello, el Barcelona, que había sido campeón de Europa en 1992 y finalista en 1994, parecía favorito por su experiencia en el cruce de los cuartos de final.
En la ida de aquel cruce de 1995, en Barcelona, el ruso Igor Korneiev había adelantado a los locales al principio de la segunda mitad (minuto 48), pero el liberiano George Weah empató en el 54. Ese año, la estrella africana pasó al Milan al final de temporada y ganó el Balón de Oro y el premio anual de la FIFA al mejor jugador del momento.
Dos semanas más tarde, el Barcelona tuvo que viajar a París, con la obligación de marcar al portero Bernard Lama, que había frenado en la ida los intentos de los azulgrana.
En la vuelta, en el estadio Parque de los Príncipes, el Barça comenzó a confiar cuando José Mari Bakero adelantó a su equipo en el 49, pero los locales lograron poner en apuros al portero Carles Busquets, padre de uno de los jugadores del actual Barça, Sergio Busquets.
El brasileño Raí, uno de los emblemas del club en los años noventa, puso el 1-1 en el 72, dejando la eliminatoria provisionalmente en tablas y camino de la prórroga, pero Vincent Guerin, en el 82, consiguió el 2-1, que decidió el pulso para los franceses.
En el plantel del Barça que vivió aquella decepción se encontraban nombres históricos como Josep Guardiola, Ronald Koeman, Hristo Stoichkov, Txiki Begiristain o Guillermo Amor, entre otros.
El Barcelona quedó eliminado y el París Saint-Germain llegó a aquellas semifinales, pero cayó allí ante el Milan, perdiendo 1-0 la ida de Francia y 2-0 la vuelta en Italia.
Dos años más tarde, en 1997, el Barcelona consiguió cobrarse la revancha en el tercer y hasta ahora último partido oficial entre los dos equipos, la final de la Recopa de Europa en el estadio De Kuip de Rotterdam (Holanda).
Un tanto de penal del brasileño Ronaldo decantó el duelo (1-0) para el Barça de Bobby Robson, en el que un joven Jose Mourinho era entonces el ayudante del veterano entrenador inglés, fallecido en 2009./AFP