EFE
Cinco años hacía que el cantante Joaquín Sabina no se encontraba en solitario con su expectante público de Madrid, que agotó en una hora las más de 10.000 entradas disponibles para celebrar hoy el aniversario de uno de sus discos más exitosos, "19 días y 500 noches", en una cita que pudo costarle un susto.
Parece que la presión le jugó una mala pasada a Sabina, que no dio muestras explícitas de fatiga y presumió de hecho de un buen estado de ánimo hasta que, tras un receso en el que sus músicos tomaron el relevo, regresó al escenario y compartió lo sucedido.
"Hoy, por exceso de ganas de estar bien delante de mi gente de Madrid, me acaba de pasar llegando a cosas feas un Pastora Soler", dijo, en alusión a los "vahídos por pánico escénico" que recientemente llevaron a esta cantante sevillana a retirarse temporalmente de la música.
"Lo lamento mucho", subrayó, visiblemente emocionado ante la reacción del aforo del Barclaycard Center (antiguo Palacio de Deportes de Madrid), puesto en pie para mostrarle su apoyo.
Sabina intentó entonces reemprender el concierto y llegó a cumplimentar el bloque principal, con el clásico "Cerrado por derribo", al que siguieron "Pero qué hermosas eran", "De purísima y oro", "Más de cien mentiras" y las festivas "Noches de boda" e "Y nos dieron las diez".
"Lo siento mucho, pero realmente no me encuentro muy bien", se disculpó, anticipando el final del concierto tras dos horas de música, media hora antes de lo que estaba estipulado.
A pesar de ello, prácticamente nadie en el pabellón le recriminó este abrupto cierre, sin que la organización del concierto ni la representación del artista hayan ofrecido de momento más información sobre su estado de salud.
Al menos cumplió con el propósito inicial de celebrar los 15 años de la publicación de "19 días y 500 noches", con una gira que surgió como un "regalo" al público de Latinoamérica, donde actuó con normalidad en países como Argentina, Uruguay y Chile.
"Apareció un amigo argentino que quería convencerme de hacer una gira por allá. Empecé a oír el disco con cierto resquemor. Me tomé un whisky y luego otros, y empezó a no darme demasiada vergüenza escucharlo", comentó hoy sobre la génesis del "tour".
Sabina, que sufrió un ictus en 2001 del que se recuperó aparentemente sin secuelas, ha cancelado varios compromisos profesionales por problemas de salud, entre ellos un concierto en México en 2013 por una contractura muscular, según informó la prensa del país