José Gabriel Díaz
Aunque su estilo sea bastante particular, Bruno Mars podría tranquilamente ocupar el lugar que dejó el fallecido rey del pop, Michael Jackson.
A las 11:25 pm de ayer sábado los músicos del artista estadounidense, un puñado de jóvenes, entraron saltando al escenario central del North Sea Jazz Festival 2014 compartiendo una energía que les acompañaría en su presentación, y que los despediría de la misma forma (saltando), con The last song.
Shorts, bandana, franela, camisa de cuadros abierta y unos mocasines sin media, completaban el outfit elegido por el artista para una presentación en la que acabaría totalmente bañado en sudor y en la que tendría que cambiarse la franela una vez.
Con una sonrisa de oreja a oreja y guitarra en mano, Mars hizo su primera interacción con los presentes: "Curazao cómo estás? Se supone que vamos a bailar, vamos a cantar, vamos a disfrutar", enfatizó secundado por un aguacero de aplausos. Con una prodigiosa voz, supo embolsillarse al público en un tris poniéndolos a saltar y corear cada uno de sus temas.
La interacción constante con sus músicos hacía que los asistentes a la última noche del evento, al que 2001 fue invitado en exclusiva, no tuvieran chance ni para pestañear.
Treasure, fue el track elegido para dejar claro que no se necesita un cuerpo de baile, cuando cuentas con músicos que pueden hacer ambas cosas al mismo tiempo. Saxo, dos trompetas, guitarra, teclado, bajo y batería bastaron para realzar la voz del joven.
Con Granade y Billionaire, Bruno demostró que sabe mover las caderas. Aunque no faltó Marry you, con la que se quedó en silencio haciendo la pantomima que cantaba para escuchar al público gritar y que luego retomó megáfono en mano.
Llegado el momento de las baladas, Mars soltó: "Esta es la parte del show cuando le tomas la mano a la chica que quieres si estas aquí con ella".
En el descanso dejó solo al tecladista, mientras se cambiaba la franela y volvía con éxitos como Just the way you are, que sirvió de despedida. Tema que, dicho sea de paso, le abrió las puertas del corazón de la fanaticada y le cambió definitivamente la vida.
Mucha agua corrió desde aquel entonces y Bruno fue amoldando un estilo con el que rápidamente puso a la industria musical a sus pies. "Gracias Curazao", comentó antes de presentar a los músicos que lo acompañaron y salir corriendo a las 12:44 pm. Dos minutos más tarde volvió con Locked out of heaven, para irse a las 12:50 de la madrugada.
2014-08-31