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Cayito Aponte regresa a las tablas como chofer de plaza

Domingo, 31 de agosto de 2014 a las 07:30 pm
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Redacción 2001.com.ve 

Ambientado en tiempos de dictadura, Los taxistas también tienen su corazoncito es una obra de teatro escrita por el dramaturgo Néstor Caballero (Premio Nacional de Teatro 2012) que narra la historia de Rubén Sarmiento, un taxista interpretado por Cayito Aponte. Un “chofer de plaza, con título y todo”, quien cuenta su vida y su pasión por las películas. Es la Caracas del Cine Rialto, de los acontecimientos políticos que cambiaron a la Venezuela de los 40, con el golpe de Estado a Isaías Medina Angarita y la posterior dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez.

Según el mismo autor, esta obra es -sobre todo- una historia de amor. Es la historia de amor entre un taxista, un hombre del común, sin más estudios que los golpes de la vida y de una mujer, una integrante de un partido, una universitaria, y para quien la ideología y la militancia estaban por encima del amor. Es la historia de amor de Rubén y de María Milagros. Pero en esta historia hay otro participante ¬–mudo, pero siempre solidario: Pepón, el afectuoso nombre con que Rubén bautizó a su taxi, quien ha sido espectador de esta historia de amor, pero también testigo de excepción de un período histórico trágico, doloroso, en Venezuela.

Rubén y Pepón le harán las “carreritas” nada menos que a Pedro Estrada, el director de la Seguridad Nacional en esos tiempos de represión. También estarán del lado de los demócratas que votaron por Rómulo Gallegos y la Junta Militar. Se reirán del pasado y le darán aún mayor validez al refrán popular que dice que recordar es vivir.

2014-09-01