La compañía española La Intrusa actuó hoy en Nueva York, donde presentó dos piezas de danza contemporánea dentro del festival de danza de Downtown, con el idílico escenario de Battery Park, el parque del bajo Manhattan con vistas a la estatua de la Libertad.
La Intrusa, formada en 1996 por Virginia García y Damián Múñoz, ha incluido esta parada neoyorquina dentro de una minigira estadounidense que les ha llevado a Los Ángeles y cuya próxima parada será Chicago.
Hoy han presentado sus dos piezas "Rojo manso" y "Delta Víctor", demostrando que la danza contemporánea también puede contar historias comprensibles, no solo transmitir esas sensaciones abstractas que a menudo han distanciado este género del gran público.
"Así es nuestro proceso. Planteamos nuestros espectáculos como se hace una obra de teatro o una película. Elegimos de qué queremos hablar, hacemos un proceso de investigación, escribimos un guión y una vez que ya tenemos este texto empiezo a trabajar sobre las imágenes y los movimientos. La danza llega en la parte final del proceso", asegura Muñoz, ganador de un premio Max 2009 por la obra "Staff".
Dentro de esas historias que desarrollan en espectáculos completos, "Rojo manso" y "Delta Víctor" funcionan, en cierta manera, como un tráiler. "No son extractos, estaban ya pensadas para ser representadas de manera autónoma", asegura el bailarín y coreógrafo, que confía en que la emoción y no la técnica protagonice el espectáculo.
"Creemos que el público no ve las horas de gimnasio sino lo que le estamos contando", asegura quien, junto a su compañera Virginia García, ha levantado montajes como "Tres tristes", "Stripteases", "Ölelés" o "Pobres bestias".
Propuestas alternativas pero que no se cierran al gran público. "Eso son cosas que surgen. No estamos preocupados por eso, porque surge en el proceso, como los premios. Si los buscas, nunca llegan".
Y, así, con su proceso, han llegado a Nueva York y, tras cerrar sus fechas en Estados Unidos, viajarán a México y Canadá.
En el extranjero, desde La intrusa se dan cuenta de que la danza española puede competir internacionalmente. "Pienso que no lo hacemos tan mal. Lo que hacemos nosotros no lo hacen las compañías. Con la crisis el apoyo institucional está disminuyendo muchísimo, pero siempre hemos estado en crisis. Es nuestro estado natural". /EFE