2001online.com| EFE
Una vertiente poco conocida de Picasso, su obra literaria, centra una exposición inaugurada en el Instituto Cervantes de Tokio que reúne textos escritos para sí mismo, con sus sentimientos más íntimos, sus miedos o sus intentos de expiación, pero también las imágenes que plasmó en sus cuadros.
Picasso entró en el mundo de la literatura tarde, a la edad de 54 años, en 1935, en una época de turbulencias personales por el proceso de divorcio de su esposa Olga y siguiendo desde París las convulsiones que derivarían en la Guerra Civil española.
Son poemas en los que, como cuenta Yasujiro Otaka, historiador y profesor emérito de la Universidad de Waseda, Picasso "no sólo ignora el sujeto y el predicado, sino que tampoco encontramos puntuación".
Otaka, en una presentación telemática, recordó que estos escritos los comenzó a reunir el artista malagueño en lo que probablemente fue "el mayor bache de su vida como pintor", ya que desde mediados de 1935 y durante casi un año prácticamente no hizo ninguna pintura al óleo ni escultura alguna.
En esos textos, agrega, Picasso refleja los sentimientos de culpa y expiación, y en ellos "las palabras se superponen con los motivos de su pintura" con temas como las corridas de toros o sus bocados favoritos.
2020-06-16
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