Zairet González Ramírez | @ZaiLez
Este 8 de diciembre se cumplen 36 años de la desaparición física de John Lennon. El ex Beatle, considerado uno de los mejores músicos de todos los tiempos, encontró la muerte a las puertas de su casa en Nueva York cuando volvía del estudio de grabación. Tenía 40 años.
Mark David Chapman, un fan que dijo sentirse estafado, le pidió un autógrafo y acto seguido le disparó cinco veces, acabando con su vida y con la ilusión que millones de personas habían depositado en el ídolo británico.
«Amó y rezó por la humanidad. Por favor, hagan lo mismo por él», fueron las palabras de su viuda, Yoko Ono, tras su muerte.
“Es tan importante como el asesinato del presidente Kennedy”, declaró el teniente John Schik, uno de los policías encargados del caso. La misma frase se pudo escuchar a jóvenes norteamericanos, para los que Lennon era más que un cantante; era todo un símbolo de honestidad, independencia y libertad comprometido en la lucha por distintas causas sociales.
Era el trágico final de quien había sido el más icónico miembro de la banda de Liverpool, que en la década anterior se había destacado por su activismo político, sus intervenciones en los medios de comunicación, que buscaban romper estereotipos, y por sus inolvidables canciones.
El fundador y coautor de la gran mayoría de los éxitos de Los Beatles alcanzó desde ese momento un lugar privilegiado en el Olimpo de los Dioses de la música rock, sólo compartido con Elvis Presley, su ídolo de juventud.
2016-12-08