EFE
El evento musical del verano en España es el Festival Starlite de Marbella, que mueve unas cifras de vértigo: inversión de ocho millones de dólares en cada edición, palcos VIP de hasta 1.200 dólares por persona, la generación de 300 empleos y la previsión de 90.000 espectadores en sus 19 espectáculos.
Pero el atractivo de Starlite es que es un espectáculo para todos los bolsillos, ya que se puede disfrutar gratis de la diversión que se ofrece en la zona de ocio anexa al auditorio de esta localidad del sur de España o reservar palcos privados y zonas vips de 600 a 900 euros (de 800 a 1.200 dólares) por persona.
Sandra García-Sanjuán e Ignacio Maluquer, fundadores de Starlite, llevan tres años invirtiendo una media de 6 millones de euros (unos 8 millones de dólares) al año para convertir la cantera marbellí de Nagüeles en uno de los auditorios más exclusivos del planeta, en el que actúan las principales figuras de la música.
Asistir a uno de los conciertos de Starlite tiene su precio, las entradas varían dependiendo del nivel del artista, pero sobre todo de cómo quieres disfrutar del "show": las hay desde los 32 euros (42 dólares), en gradas, y también palcos "premium" por los que se abona hasta 900 euros (1.200 dólares) por persona, que implica derechos como disfrutar de champán y caviar en la mesa, aparcamiento vip y trato personalizado.
"Podemos ofrecer todos los añadidos que nos pidan, hasta que te lleven en hombros a una bailarina dentro de una jaula que te ofrezca el champán más caro del mundo, y eso hace que se paguen esos precios tan elevados", explica a EFE García-Sanjuán.
Uno de los sellos de Starlite es la intimidad y cercanía con la que se disfruta del concierto, lejos de los multitudinarios espectáculos, en la cantera de Nagüeles el espectador de primera fila casi puede tocar al cantante.
En el caso de Julio Iglesias, para cuyo concierto del próximo 13 de agosto ya están agotadas todas las entradas, las de primera fila han alcanzado los 300 euros (400 dólares) y el palco "Premium" 750 euros (1.000 dólares). En cualquier caso, la distancia máxima de un espectador al escenario es de 39 metros.
Hasta el "photocall" es democrático porque por allí pasan las celebridades que atraen los focos de los medios, pero también cualquier vecino de Marbella se acerque a tomar una copa en Starlite.
Starlite también genera empleo, en esta edición 300 puestos de trabajo que se reparten entre 80 camareros, 40 personas de producción, 30 acomodadores, 22 conductores, azafatas, personal de carga y descarga, limpiadoras, etcétera.
La zona de ocio que rodea al auditorio ofrece zona de restauración, de copas, peluquería y maquillaje, golosinas y hasta un especialista que hace a mano puros habanos.
Estas empresas pagan un canon a la organización, que recauda por este concepto unos 60.000 euros (80.000 dólares), además de una comisión sobre las ventas que realizan.
La organización espera alcanzar en esta tercera edición los 90.000 visitantes frente a los 62.000 de la pasada edición porque han pasado de 15 a 19 conciertos.
En esta verano ya han actuado en su escenario artistas de la talla de Ricky Martin y Pet Shops Boys y en los próximos días lo harán además Julio Iglesias, Alejandro Sanz y Tom Jones, entre otros).
Uno de los momentos estelares del Festival Starlite es la celebración de su gala filantrópica que tendrá lugar el día 9 de agosto y cuyo anfitrión es el actor español Antonio Banderas.
La gala tendrá este año un invitado muy especial, el empresario mexicano Carlos Slim, considerado el hombre más rico del mundo, que recibirá un premio humanitario en el que será su primer acto público en España, donde disfruta de unas vacaciones desde julio en el pueblo gallego de Avión.
Que Starlite funciona lo demuestra el hecho de que haya alcanzado su tercera edición, García-San Juan adelanta que la empresa pretende exportar el próximo año el modelo a México y Rusia ya que en cinco años querían "estar en tres mercados" y anuncia que hay otros lugares interesados como Dubai, Qatar, Punta del Este (Uruguay) o Colombia.
2014-08-07