Auvers-sur-Oise, el pueblo francés donde Vincent Van Gogh se suicidó en 1890, reúne en una exposición las cartas que este y el doctor que le trataba entonces, el también pintor Paul Gachet, cruzaron con otros artistas durante las últimas semanas de vida del autor de "La noche estrellada".
Una relación de epístolas en torno a la figura de Gachet, que veló por la frágil salud del genio holandés al tiempo que este atravesaba el episodio más fecundo de su carrera, un frenesí creativo que le llevó a terminar 80 obras en menos de 70 días.
"Auvers es terriblemente bello, es el campo puro, pintoresco y característico", escribe Van Gogh a su hermano Theo el 25 de mayo de 1890, pocos días después de llegar a esta pequeña localidad a orillas del río Oise a 30 kilómetros al noroeste de París.
El holandés arriba al idílico paraje gracias a la ayuda del pintor Camille Pisarro, que meses antes había recibido una carta de Theo Van Gogh en la que le refiere el preocupante estado mental de su hermano, a la sazón ingresado en un psiquiátrico cercano a la Costa Azul.
En una segunda misiva, exhibida como pieza principal de la muestra, Theo agradece a Pisarro su gesto y celebra que su hermano esté bajo auspicio del eminente médico Gachet.
"Creo que sería perfecto si Vincent (Van Gogh) se queda en Auvers, cerca del doctor. Según las últimas cartas que he recibido de él y del señor Gachet, parece que mi hermano está muy tranquilo estos últimos días".
Le siguen una veintena más que trazan un fresco de la pintura francesa de finales del siglo XIX, escritas por artistas próximos a este especialista en las enfermedades nerviosas, hombre refinado y culto, amante de las artes y la ciencia, marchante y pintor.
Las confidencias íntimas que se escribieron creadores como Paul Cézanne, Pisarro, Paul Gauguin y el propio Van Gogh integran una exposición que, bajo el título "Correspondencias de artistas", se puede visitar en la casa-museo del doctor Gachet, en Auvers, hasta el próximo 6 de julio.