El secretario ejecutivo de la CIDH, Emilio Álvarez Icaza, advirtió hoy en contra de prolongar mucho más la discusión impulsada por la OEA sobre el "fortalecimiento" del sistema interamericano de derechos humanos porque, advirtió, está afectando el trabajo del organismo que dirige.
"Nos preocupa mucho la velocidad de las discusiones porque la cantidad de recursos y de atención destinados a esta discusión genera una distorsión en términos de lo sustantivo, que es atender los casos y las víctimas", dijo Álvarez Icaza en un encuentro con la prensa en Washington.
En este sentido, indicó que el año pasado no se logró enviar más que 12 casos a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), muy por debajo de los 23 de 2011.
"Esa es una consecuencia directa del tiempo que se ha invertido en el proceos de fortalecimiento (…) hay un fenómeno donde el coste de dedicar tiempo y recursos a esto es que se sacrifica la investigación de los casos", lamentó.
"Si los comisionados en lugar de revisar informes de fondo revisan reformas reglamentarias, salen menos casos", apostilló.
La Organización de Estados Americanos (OEA) lleva más de un año discutiendo propuestas para "fortalecer" el sistema interamericano de derechos humanos.
En enero del año pasado, un grupo de trabajo de la OEA presentó una serie de "recomendaciones" tras las que numerosas organizaciones civiles dicen ver en realidad un intento de "debilitar" a la CIDH por parte de Estados a los que incomoda su actuación en la región, especialmente la labor de relatorías como la de Libertad de Expresión.
La CIDH replicó con una contrapropuesta en octubre pasado, si bien las conversaciones continúan hasta hoy tanto en la Comisión como en la OEA. El proceso debería culminar en una Asamblea General extraordinaria de la OEA convocada para el 22 de marzo, aunque Álvarez Icaza no descartó hoy que pueda continuar más allá de esa fecha si los Estados miembro no se dan por satisfechos con las reformas acordadas por la propia Comisión.
El secretario ejecutivo defendió hoy el "papel proactivo" que dijo ha asumido la CIDH avanzando de motu propio propuestas de reforma de su reglamento al considerar que la idea tras esta maniobra es "tratar de generar elementos de consenso que disminuyan la discusión en la Asamblea General".
"Quisiéramos que se generara un entendimiento" y que los Estados "puedan darse por atendidos y satisfechos" a sus demandas con las reformas que la CIDH está dispuesta a asumir, dijo Álvarez Icaza.
A la par, el jefe de la CIDH subrayó que también los Estados deben hacer su parte y "manifestar de forma contundente" el 22 de marzo que han cumplido las "obligaciones" que, recordó, también implican las propuestas de "fortalecimiento" para los países miembro.
Especialmente, subrayó hoy, la de comprometerse a proporcionar a la CIDH los recursos necesarios.
Una de las mayores críticas de algunos Estados de la OEA ha sido la forma que tiene de financiarse la CIDH, que recibe buena parte de sus fondos de donaciones de países observadores y organizaciones foráneas.
"Una de las mejores maneras de fortalecer el sistema es que el 22 de marzo den a conocer de manera internacional que van a fortalecer el financiamiento de la Comisión y la Corte", replicó hoy Álvarez Icaza.
"Si los Estados están preocupados por el financiamiento de las relatorías, la mejor manera de responder es dando los recursos", insistió.
El mexicano recordó que cinco miembros de la OEA -Argentina, Brasil, Canadá, Estados Unidos y México- pertenecen al económicamente poderoso G20 y calificó de "inadmisible" que aun así la CIDH tenga que acudir a la financiación foránea.
"No se entiende entonces cómo no asumen un financiamiento (…) lo que es una vergüenza, inadmisible, es que el sistema siga dependiendo del financiamiento de los Estados observadores", criticó.
"Tenemos más Estados miembros que monitorear que abogados en esta Comisión (…) lo que es vergonzoso es que los Estados miembros no mantengan su propio sistema", insistió./DPA