El organismo de inspección alimentaria en Reino Unido FSA ordenó el cierre de un matadero en Inglaterra y una empresa en la que se procesaba carne en Gales, a raíz del escándalo por la detección de carne equina en hamburguesas y otras comidas.
Un matadero en el condado de Yorkshire, en el norte del Inglaterra, está bajo sospecha de haber entregado carne de caballo a una empresa de Gales donde se estima que la carne se procesaba para la elaboración de hamburguesas y kebabs.
Las policías e inspectores de sanidad se incautaron de carne, documentación y listados de clientes.
En una primera reacción, el ministro de Medio Ambiente, Owen Paterson, dijo se trataba de un hecho chocante e inaceptable.
Miles de personas consumieron carne de caballo en Reino Unido sin saberlo. La compañía de productos congelados Findus y las cadenas de supermercados Tesco y Aldi fueron obligadas a retirar productos etiquetados como vacuno, después de que las pruebas determinaran que contenían hasta un 100 por cien de carne de caballo.
Por el momento, los indicios detectados en el Reino Unido habían derivado en el extranjero, pero con la intervención policial de empresas británicas se ven salpicadas por el escándalo.
Un portavoz de la FSA subrayó que en Reino Unido es legal matar caballos para el consumo, pero lo ilegal es que la se estaba vendiendo la carne de este animal como si fuera de vacuno.
En Reino Unido la carne de caballo suele destinarse a la exportación, sobre todo a países como Italia y Francia./DPA
(KC)