Con vigilias en lugares que fueron arrasados y algunas protestas de damnificados descontentos los chilenos recordaron hoy el terremoto de 8,8 grados que el 27 de febrero de 2010 devastó varias regiones del país.
El presidente Sebastián Piñera, que el lunes inició una gira por localidades afectadas para constatar los avances en la reconstrucción, asistió durante la noche a un acto conmemorativo en la Isla Orrego, frente a la ciudad de Constitución, en la región del Maule.
En ese lugar, 36 personas murieron a causa del tsunami que siguió al terremoto y Piñera llegó en una embarcación junto a su esposa, Cecilia Morel y familiares de las víctimas, varias de las cuales aún no han sido encontradas.
El mandatario no asistió, en cambio, a una vigilia celebrada en Constitución a las 03:34 horas de hoy, (06:34 GMT), la hora exacta en la que se registró el terremoto que en total dejó unos 534 muertos, 800.000 damnificados y daños por 30.000 millones de dólares.
Según un documento del gobierno, los trabajos de reconstrucción alcanzan ya al 87 por ciento de todo lo destruido en la catástrofe, incluido el 93 % de las 222.000 viviendas afectadas.
La vigilia en Constitución, a unos 370 kilómetros al suroeste de Santiago, fue encabezada por el alcalde, Carlos Valenzuela y otras autoridades locales y dirigentes de la ONG "Levantemos Chile", que desde la fecha de la catástrofe ha ayudado a los damnificados de la zona.
También incluyó la presentación de diversos artistas, entre ellos el grupo folclórico japonés "Hosho", oriundo de la ciudad de Minamisantiku, afectada por el terremoto y tsunami que devastaron ese país en 2011.
En tanto, en la ciudad de Concepción, capital de la región del Bío Bío, a 515 kilómetros de Santiago, varias decenas de habitantes de la población "Aurora de Chile" protestaron por considerarse abandonados por las autoridades tras sufrir el terremoto.
La protesta derivó en enfrentamiento entre los pobladores, que instalaron barricadas y la policía, que empleó chorros de agua y gases para controlar los disturbios, que dejaron un número aún no determinado de detenidos y, según Carabineros, al menos un vehículo policial con daños causados por bombas incendiarias.
Piñera, que el lunes entregó viviendas a damnificados y celebró los avances de la reconstrucción, que a su juicio dan el "derecho a sentirnos contentos, a sentirnos alegres e incluso a sentirnos orgullosos de lo que hemos logrado", seguirá hoy visitando las zonas afectadas por la catástrofe.
El mandatario consideró que aún quedan tareas por delante y que por eso, "no tenemos derecho a bajar los brazos ni a detener el rumbo".
"Vamos a trabajar con la misma urgencia, sin descanso para poder cumplir con este compromiso", añadió el mandatario.
Al asumir la presidencia el 11 de marzo de 2010, pocos días después del terremoto, Piñera se comprometió a que durante su gobierno de cuatro años se reconstruiría todo lo que la catástrofe arrasó. EFE