El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, reafirmó hoy que un euro fuerte supone un riesgo para la estabilidad de los precios en la zona de la moneda común.
La fuerte cotización del euro, combinada con una débil coyuntura económica, implica un "riesgo a la baja" para los precios, dijo Draghi ante la Comisión Económica y Monetaria del Parlamento Europeo en Bruselas.
Un tipo de cambio alto del euro encarece las exportaciones de la Eurozona, lo que supone un lastre para la coyuntura económica, argumentó el presidente del BCE.
Al mismo tiempo, agregó Draghi, las importaciones de la zona euro se abaratan, ejerciendo presión sobre el nivel de los precios. Esto, a su vez, puede obligar al banco emisor a tomar medidas correctivas como una rebaja de los tipos de interés.
Draghi vaticinó que pronto se rebasará la marca inflacionaria del 2,0 por ciento. La política del BCE está encaminada a mantener el índice de inflación ligeramente por debajo de ese nivel.
El euro reaccionó a las afirmaciones de Draghi registrando pérdidas, aunque el presidente del BCE sólo reiteró lo que ya había señalado hace poco menos que una semana y media.
Tras la última reunión del BCE sobre las tasas de interés, a principios de febrero, cuando Draghi había calificado la elevada cotización del euro como un peligro para la coyuntura y la evolución de los precios, la moneda común había bajado unos dos céntimos.
Respecto al peligro de una "guerra de divisas", Draghi consideró que la mayoría de las recientes fluctuaciones cambiarias no fueron intencionadas, sino que más bien fueron consecuencia de medidas adoptadas para el mercado interno.
En la Eurozona existe la sospecha de que Japón, en particular, pretende debilitar la cotización del yen con una política monetaria y presupuestaria expansiva para beneficiar a sus exportadores. Japón, sin embargo, sostiene que el objetivo de esta política es la lucha contra la deflación y la recesión.
Respecto a la coyuntura económica europea, Draghi estimó que la recuperación de la Eurozona tras la grave crisis aún es insegura, por lo que llamó a los países en problemas a centrar sus políticas en el recorte de los gastos y la implementación de reformas, y no tanto en la subida de los impuestos, "que ya son muy altos en la Eurozona".
La Eurozona, integrada por 17 países, se enfrenta con problemas como una débil demanda interna, la lentitud de las reformas estructurales y "desequilibrios geopolíticos", entre otros, advirtió el presidente del guardián del euro.
"La situación general sigue siendo frágil y seguirá así hasta que veamos un crecimiento (de la economía)", admitió Draghi. /DPA