El presidente de China, Xi Jinping, llegó hoy a Tanzania, primer país africano que visita desde su elección para el cargo hace diez días y primera parada de una gira por el continente que también le llevará a Sudáfrica y a la República del Congo.
Xi dará mañana en una Dar es Salaam decorada de banderas chinas un discurso sobre las relaciones entre China y África y se espera que el Gobierno de Dodoma firme con el de Pekín una veintena de acuerdos diplomáticos y sobre cuestiones de desarrollo.
Entre ellos, estará la construcción de un puerto moderno en la localidad nororiental de Bagamoyo -ciudad de la que antiguamente partían los esclavos africanos- que desarrollará la firma china Merchants Holding.
La construcción irá acompañada de la de una autopista que unirá el puerto con el icónico proyecto de cooperación sino-africana Tazara, el ferrocarril que une Tanzania y Zambia financiado y construido por la China de Mao Zedong en los años setenta.
El ministro tanzano de Asuntos Exteriores, Benerd Membe, aseguró que Xi también inaugurará el nuevo centro de conferencias Julius Nyerere, en honor al "padre fundador de la patria" y primer presidente del país tras su independencia.
Asimismo, el mandatario chino, que concluirá su visita a Tanzania mañana, se reunirá con su colega tanzano, Jakaya Kikwete, y el presidente del archipiélago semiautónomo de Zanzíbar, Ali Mohamed Shein.
Después de Tanzania, el presidente de China se dirigirá a Sudáfrica, donde el próximo martes comienza una cumbre de dos días del grupo BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
La primera visita al extranjero del nuevo presidente chino, que comenzó anteayer en Rusia, concluirá en la República del Congo.
Acompañan al mandatario su esposa, la cantante Peng Liyuan, además de nuevos cargos del Gobierno chino, como el consejero de Estado responsable de la diplomacia internacional, Yang Jiechi; el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, y el titular de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, Xu Shaoshi.
Esta gira se interpreta como una apuesta de Pekín por un mayor acercamiento a otros países emergentes y naciones en desarrollo. EFE