Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) señalaron este miércoles que las leyes sobre paz en Colombia deben contar con propuestas provenientes del pueblo.
Por esta razón, instaron al Ejecutivo colombiano a detener la marcha de sus proyectos de ley en el Congreso, relacionados con la paz, hasta que el pueblo fije su posición al respecto, reseñó Telesur.
Las Farc defendieron el proceso de paz como un ejercicio de construcción colectiva que incluye tanto la mesa de diálogos como los eventos y foros ciudadanos.
Ricardo Téllez, miembro del equipo de las Farc que participa en el diálogo con el Gobierno colombiano en La Habana, Cuba, hizo referencia a un proyecto de ley sobre la repartición de tierras en Colombia, que lleva adelante el Ministerio de Agricultura.
"Sería inexplicable que el mencionado proyecto de ley inicie su recorrido en las cámaras sin escuchar los puntos de vista sobre tierras emanados de la mesa de paz en La Habana y que marche sordo a las aspiraciones sociales y políticas del país, frente a un tema considerado causa fundamental del conflicto", expresó Téllez.
Precisamente el tema sobre desarrollo agrario integral es el primer punto de discusión en la mesa de conversaciones.
Las Farc pidieron al titular de la cartera de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, que asista al diálogo en La Habana para que explique el proyecto sobre la repartición de tierras en Colombia y aclarar si tendrá en cuenta los posibles acuerdos adoptados en las conversaciones de paz.
Respuesta de Restrepo
Ante esta solicitud, Restrepo respondió a través de un comunicado que corresponde a los voceros participantes en el diálogo "reaccionar, opinar y dar declaraciones frente a las propuestas de una y otra parte".
Defendió el proyecto apoyado por el Ministerio que dirige, al señalar que la política agraria del gobierno es de avanzada, audaz y nueva y "se hará respetando el derecho privado, respetando la propiedad y respetando los derechos adquiridos de buena fe".
En octubre pasado, el comandante de las Farc Iván Márquez manifestó que “la titulación de tierras, tal como la ha diseñado el actual gobierno, es una trampa, encarnada en una suerte de despojo legal a través del cual se busca que el campesino, una vez con el título de propiedad en sus manos, no tenga otra salida que la de vender o arrendar a las transnacionales y conglomerados financieros a los que sólo les interesa el saqueo desacerbado de los recursos minero-energéticos que están debajo del suelo”.