El Ministerio de Exteriores francés desmintió oficialmente la puesta en libertad de los siete miembros de una familia francesa secuestrada en Camerún.
El Ministerio negó una información aparecida poco antes que señalaba que los rehenes fueron hallados en una casa en Nigeria y que se encontraban bien, como había informado el canal de noticias BFMTV en base a fuentes del Ejército camerunés.
El ministro de Información del país, Issa Tchiroma Bakary, volvió a negarlo. "Es un mero rumor", dijo en una rueda de prensa.
De acuerdo con el presidente francés, François Hollande, la familia secuestrada ha sido dividida en dos grupos. Por ahora se está intentando descubrir dónde se encuentran, dijo el mandatario en París. El gobierno trabaja muy estrechamente con los responsables en Nigeria y Camerún.
Los tres adultos y cuatro niños fueron secuestrados tras visitar el parque nacional de Waza en el norte de Camerún. Estaban de vacaciones, pero viven en el país del centro de África, donde el padre de los niños, de entre cinco y doce años, trabaja para la compañía energética gala GDF Suez. El séptimo rehén es un hermano del padre.
Las autoridades francesas sospechan que tras el secuestro se encuentra la secta extremista islámica nigeriana Boko Haram.
El gobierno de París ha alertado a los ciudadanos franceses de los peligros que corren debido a la intervención gala en Mali. Los grupos islamistas han amenazado con represalias debido a la operación.
Los expertos en seguridad apuntan una posible conexión de este secuestro con la intervención de Francia en Mali, donde los soldados franceses están ayudando al Ejército del país a derrotar a los yihadistas sublevados. Los grupos islamistas radicales han amenazado con llevar a cabo acciones de represalia./DPA