Intensos combates se libraban el martes cerca de una histórica mezquita en la ciudad siria de Alepo mientras activistas antigubernamentales reportaban nuevos enfrentamientos a poca distancia de una academia de policía en el oeste de la ciudad.
Los choques cerca de la mezquita Umayyad en la antigua ciudad amurallada de Alepo amenazaban con dañar aún más la estructura del siglo XII, parte de la cual sufrió un incendio debido a los combates del año pasado.
Desde julio del 2012, fuerzas del gobierno e insurgentes que buscan derrocar al presidente Bashar Assad han batallado por el control de Alepo, la urbe más grande del país y un objetivo importante en la guerra civil. A medida que los rebeldes han ampliado gradualmente el territorio bajo su control, los combates han dejado en ruinas buena parte de la ciudad, considerada una de las más hermosas de Siria.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, informó el martes que los insurgentes se enfrentaron con las fuerzas del gobierno cerca de la mezquita Umayyad en una andanada de intensos tiroteos y explosiones.
La agencia estatal de noticias de Siria dijo que "terroristas" habían hecho detonar explosivos cerca del muro sur de la mezquita, lo que provocó "daños materiales" al muro y a la zona cercana. El régimen de Assad califica de "terroristas" a la oposición.
La mezquita, también conocida como la Gran Mezquita de Alepo, data del siglo XII y está cerca de un mercado medieval techado dentro de la ciudad amurallada de Alepo, designada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. La mezquita sufrió daños severos en octubre de 2012 luego que un incendio calcinó el mercado un mes antes.
En otros sucesos el martes, activistas reportaron nuevos combates cerca de la academia de policía, que se ha convertido en un instalación militar clave del gobierno al oeste de la ciudad.
El Observatorio dijo que ambas partes se arrojaban cohetes mutuamente mientras que el gobierno efectuaba bombardeos aéreos en la zona.
Tomas de video colocadas en internet hace pocos días muestran a los rebeldes mientras disparan cohetes y morteros de fabricación casera contra la academia, al tiempo que también le arrojan proyectiles desde tanques capturados. Los videos parecían genuinos y concuerdan con otra labor periodística de The Associated Press.
El Observatorio indicó que entre los muertos en los últimos dos días hay 26 combatientes rebeldes, 40 soldados y cinco milicianos progubernamentales.
La academia policial, que según los activistas fue transformada por el gobierno en una base militar, se ha convertido recientemente en un nuevo frente en la batalla por Alepo. La pérdida de la academia le dificultaría al gobierno arrojar cohetes a las áreas controladas por la oposición y el apoyo a sus efectivos dentro de la ciudad.
Un activista de Alepo que se hace llamar Abu al-Hassan dijo a través de Skype que insurgentes procedentes de la provincia de Idlib, al oeste, tratan ahora de sacar al ejército de zonas residenciales cerca de la academia antes de atacarla.
"Ayer y hoy han estado tratando de avanzar, pero hay mucho fuego de artillería y ataques aéreos", dijo.
Los combates han destruido gran parte de Alepo y provocado que se agrave la situación humanitaria de los civiles de la ciudad.
La organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch indicó el martes que más de 141 personas perdieron la vida la semana pasada a causa de cuatro ataques con misiles por parte del gobierno sirio dentro y cerca de Alepo. Aproximadamente la mitad de los fallecidos eran niños, agregó.
El grupo, con sede en Nueva York, expresó que los ataques afectan zonas residenciales y los calificó de un "incremento en los ataques ilegales contra la población civil siria".
Un investigador de Human Rights Watch que visitó los lugares en cuestión dijo que hasta 20 edificios quedaron destruidos en cada zona alcanzada por un misil. No había señales de objetivos militares en los distritos residenciales, ubicados en zonas de la ciudad controladas por los rebeldes en Alepo y la zona rural al norte de la urbe, dijo el investigador Ole Solvang.
Siria nunca ha reconocido oficialmente que efectúa los ataques aéreos, y presenta el conflicto como una confabulación extranjera implementada por "terroristas" para debilitar al país.
Por otro lado, el Observatorio indicó el martes que la cifra de víctimas en un ataque con coche bomba en Damasco había aumentado a ocho. Todos eran agentes de seguridad del régimen, agregó.
La explosión del lunes por la noche golpeó un retén de seguridad en el vecindario de Qaboun, a menos de un kilómetro de la Plaza Abbasid, al noreste del centro. A esto siguieron varias explosiones menores, que se piensa fueron proyectiles de mortero que cayeron en varios distritos de la capital.
Las explosiones y los enfrentamientos a tiros que las siguieron crearon pánico entre los vecinos, que se escondieron en sus apartamentos.
La agencia estatal de noticias de Siria dijo que la explosión fue obra de un coche bomba suicida y dejó un número no especificado de víctimas.
La ONU afirma que unas 70.000 personas han muerto en Siria desde que el conflicto comenzó en marzo de 2011. / AP.