El Gobierno de Honduras extendió por un año más el estado de emergencia en 9 de sus 24 cárceles, con el objetivo de atender la problemática de hacinamiento y superpoblación que impera en los centros penitenciarios del país.
La prorroga fue aprobada por el presidente hondureño, Porfirio Lobo, en el Consejo de Ministros que este martes se celebró en la aldea El Portillo, del municipio de Manto, departamento oriental de Olancho.
El secretario hondureño de Seguridad, Pompeyo Bonilla, dijo en la sesión del Consejo de Ministros que el estado de emergencia se extiende con el "propósito de atender la problemática de los centros penales".
Agregó que todavía hay "tareas inconclusas en el tema de rehabilitación y la reinserción de los presos a la sociedad".
Lobo decretó en julio de 2010 el estado de emergencia en 9 de las 24 prisiones de Honduras y esta es la tercera ocasión que se amplía.
En la sesión de ministros no se precisó si se ha aprobado algún plan para solventar de una vez el hacinamiento que impera en las cárceles del país.
La emergencia declarada hoy regirá en los centros penales de San Pedro Sula, El Progreso, Yoro (norte); Santa Bárbara, La Esperanza, Puerto Lempira (occidente); Puerto Cortés, La Ceiba y Trujillo (Caribe).
En marzo del año pasado, 13 presos del penal de San Pedro Sula murieron en una riña, mientras que el 14 de febrero de ese mismo año 360 reos y una mujer que estaba de visita fallecieron en un incendio en la Granja Penal de Comayagua, en el centro del país.
En las 24 cárceles hondureñas impera el hacinamiento, la falta de instalaciones físicas adecuadas, de condiciones de higiene y salubridad, según un diagnóstico presentado en abril pasado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Según diversos organismos, el sistema penitenciario de Honduras tiene capacidad para albergar unas 8.000 personas, pero la población supera los 13.000. /EFE
(KC)