Japón sigue sin conocer el paradero de tres de sus ciudadanos empleados en la planta de gas argelina en la que murieron al menos 37 trabajadores extranjeros, 7 de ellos japoneses, tras el ataque y toma de rehenes de un grupo salafista, explicó a Efe un portavoz de la cancillería nipona.
El representante del Ministerio de Exteriores confirmó que el Gobierno nipón ha alquilado un avión que despegará en unas horas con rumbo a Argelia para repatriar los cuerpos de los fallecidos y a los siete supervivientes japoneses que sobrevivieron al ataque y a la posterior liberación de la planta por parte del Ejército argelino.
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, afirmó en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo que Japón "condena enérgicamente el despreciable ataque terrorista", y pidió a miembros de su Gobierno que tomaran "todas las medidas posibles" para confirmar el paradero de los tres desaparecidos.
Los 17 ciudadanos del país asiático que estaban presentes en la planta están en la nómina de la empresa japonesa de ingeniería JGC.
La firma tiene en la planta transformadora de gas de In Amenas, a 1.500 kilómetros al sureste de Argel, empleados también a 61 extranjeros, de los cuales tres han fallecido y cuatro permanecen en paradero desconocido.
El viceministro de Exteriores japonés, Minoru Kiuchi, se encuentra desde el domingo en In Amenas junto al presidente JGC, Koichi Kawana.
La madrugada del miércoles, un grupo fuertemente armado de terroristas asaltó el complejo, operado por la empresa británica BP, la noruega Statoil y la argelina Sonatrach, con la intención de tomar como rehenes a varios trabajadores extranjeros para llevarlos a Mali.
Un total de 792 trabajadores fueron liberados, 107 de ellos extranjeros, durante el asalto llevado a cabo por las fuerzas especiales argelinas que concluyó el sábado.
El ataque fue reivindicado por el cabecilla terrorista argelino Mojtar Belmojtar, que dijo que fue en respuesta a la intervención internacional en apoyo del Gobierno maliense contra los grupos radicales islámicos que operan en las regiones septentrionales de Mali.EFE