La Catedral de Santa María de Miami abre sus puertas a todo aquel que quiera unirse al rezo comunitario que tendrá lugar coincidiendo con el momento exacto en que Benedicto XVI dejará de ser Papa.
Según detalló hoy la Archidiócesis de Miami, la convocatoria comienza a las 13.45 hora local (18.45 GMT) de forma que los asistentes estarán orando unidos cuando a las dos de la tarde en la costa este de EE.UU. (las ocho en el Vaticano) el pontífice deje oficialmente su puesto al frente de la Iglesia católica.
"Damos gracias a Dios por el don de este buen siervo de Jesucristo, el papa Benedicto XVI. Oramos para que los cardenales se guíen por el Espíritu Santo al elegir a un nuevo papa", dijo hoy el arzobispo católico de Miami, Thomas Wenski.
En una declaración escrita, Wenski recordó las palabras de Benedicto XVI de que "hay momentos en que el exceso de necesidades y nuestras propias limitaciones nos tientan al desánimo".
"Pero, precisamente entonces, le aliviará saber que, al final, somos sólo instrumentos en las manos del Señor y se liberará así de la presunción de pensar que sólo nosotros somos personalmente responsables de construir un mundo mejor", apuntó el arzobispo citando un fragmento de "In Deus Caritas Est", la encíclica publicada por el Papa en 2006.
El texto añade que "hacer todo lo que podamos, con las fuerzas que tengamos, es la tarea que mantiene activo al buen siervo de Jesucristo: el amor de Cristo nos apremia".
Está previsto que en la Catedral de Santa María se lean algunas citas del Papa durante su pontificado y a las dos en punto de la tarde se apague una vela que ha estado iluminando una imagen de Benedicto XVI en la silla de Pedro.
A continuación se rezará la Coronilla de la Divina Misericordia y luego el tercer misterio glorioso del Rosario, la venida del Espíritu Santo, para iluminar al cónclave cardenaliceo en su elección del próximo Papa.
Wenski dijo esta semana a Efe que para llevar el peso del pontificado "más vale el poder del amor que el amor del poder" y recordó que hasta entre los doce apóstoles que acompañaron a Jesús "existían luchas".
El religioso, de 61 años y de padres polacos, consideró que un candidato no europeo tiene posibilidades de suceder a Benedicto XVI, y podría ser perfectamente africano, latinoamericano o asiático: "El Colegio de Cardenales es muy diverso, con miembros que vienen de todas partes del mundo".
El prelado recordó que "San Pedro y unos cuantos más vinieron de Asia". Lo importante, resaltó, es que el próximo sumo pontífice "conozca los retos pastorales que existen fuera de Europa, hable varios idiomas y sea un hombre de fe, un hombre santo capaz de ser un testigo creíble y coherente de la buena nueva de Jesucristo".
Se refirió en términos elogiosos a la labor pastoral desarrollada por Benedicto XVI en su papado, marcado por asuntos litúrgicos, como las "pautas que dejó para seguir una nueva evangelización".
En esta línea, el responsable de una archidiócesis que acoge a más de un millón de católicos en el sur de Florida (con 105 iglesias y misiones y 57 centros escolares) aseguró que las homilías del Santo Padre "eran accesibles a todos, pese a ser profundas".
En su opinión, "el reto más grande en Occidente" que afrontará el próximo Santo Padre será el "proceso rápido y casi irresistible del secularismo". EFE