La Unión Europea (UE) quiere que los inversores extranjeros, ciudadanos adinerados y consorcios con fondos en Chipre, participen en los costes del proyectado paquete de ayudas para el rescate de la isla mediterránea.
Los responsables de elaborar las medidas para el rescate de Chipre estudian actualmente alternativas para que los propietarios de cuentas privadas y los acreedores bancarios, fundamentalmente ciudadanos rusos, hagan su contribución al saneamiento de las finanzas chipriotas, revela hoy el rotativo Süddeutsche Zeitung.
Añade que, entre otras medidas aplicables, están un incremento de los impuestos para los beneficios de las empresas, los réditos de capital y las propiedades inmobiliarias de lujo, así como la introducción de un impuesto sobre la renta.
Asimismo se estudia reconvertir las reclamaciones de los acreedores nacionales y extranjeros contra los bancos locales en participaciones en los institutos afectados.
El rotativo muniqués señala en base a fuentes de las negociaciones que el problema de la crisis de Chipre no radica en el gobierno de Nicosia, que aun cuenta con fondos, sino en los bancos que se encuentran al borde de la bancarrota.
Agrega que la troika formada por la Comisión de la UE, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) quieren impedir insolvencias bancarias descontroladas para evitar que se recrudezca la crisis de la zona del euro.
Por ello quieren reiniciar las negociaciones inmediatamente después de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en chipre este domingo para concluirlas a ser posible antes de finales de marzo.
Chipre necesita, según su propio gobierno, ayudas de la UE y el FMI por valor de hasta 17.500 millones de euros, destinados sobre todo a sanear su sistema bancario.
Varios países de la UE consideran, sin embargo, que Chipre practica el "dumping" fiscal con una tasa fija a las empresas de un 10%, además de tener un flojo control financiero que ha permitido legalizar en el país grandes cantidades de dinero negro procedente de Rusia.
Las ayudas deseadas por Chipre de la UE y el FMI harían además subir el endeudamiento del país mediterráneo a un 140% de su rendimiento económico.
En las negociaciones posteriores a las elecciones presidenciales se espera poder bajar hasta un 100% ese endeudamiento con nuevos impuestos a los propietarios de cuentas bancarias y un bajo interés para los previstos créditos del Mecanismo Europeo de Estabilidad.
La UE quiere además reducir a la mitad el balance del sector bancario chipriota, que se considera inflado, además del cierre controlado de varios institutos crediticios, revela finalmente el diario. /EFE