Un tibetano murió tras prenderse fuego a lo bonzo en la provincia china de Gansu, con lo que son ya 98 los que se han quemado para protestar contra el control chino desde 2009, informó hoy la agencia tibetana Phayul.
Kunchok Kyab, de 26 años y padre de un bebé de diez meses, se prendió fuego ayer en las cercanías del monasterio de Bora (noroeste) y murió a consecuencia de las quemaduras.
Las autoridades locales chinas se llevaron el cuerpo a un lugar que no ha sido revelado, según la agencia.
Se trata de la tercera inmolación en un área de población tibetana en China en lo que va de año.
El pasado fin de semana, un tibetano de 28 años se prendió fuego y murió en la prefectura autónoma tibetana de Aba, en la provincia de Sichuan, según informó la organización Free Tibet.
Free Tibet y otras organizaciones en el exilio exigen a Pekín que atienda las reivindicaciones de los tibetanos para frenar la ola de inmolaciones, mientras que el régimen comunista acusa al Dalai Lama de alentar estas protestas con fines políticos.
China considera al Tíbet parte del país desde hace siglos, por uniones dinásticas y conquistas en la época imperial, si bien para los tibetanos en el exilio el "Techo del Mundo" era virtualmente independiente hasta que fue ocupado por el Ejército comunista a principios de la década de los cincuenta.
Hace una semana, las autoridades chinas anunciaron la detención de siete personas en Gansu acusadas de incitar a las inmolaciones.
Desde diciembre, las normas chinas prevén que los sospechosos de incitar a la inmolación sean acusados de asesinato. EFE