Cultivadores cafeteros descartaron el domingo que ayudas anunciadas la víspera por el gobierno del presidente Juan Manuel Santos sean suficientes y que provocaran el levantamiento del paro por parte de algunos cosechadores.
Los productores del grano están en huelga desde el 25 de febrero, en el primer paro que cumplen desde los años 90 y que ha incrementado la presión de otros sectores agrícolas, como los cacaoteros y arroceros, sobre el gobierno porque le reclaman también auxilios financieros.
Las autoridades tienen seis días encarando cortes de vías por parte de los caficultores, en bloqueos que han dejado hasta el viernes 65 detenidos y al menos 40 heridos con golpes y contusiones, entre civiles y policías, en choques entre agentes antimotines y los manifestantes, según ha informado la policía.
En un intento por conjurar la huelga, el sábado el gobierno anunció que elevó en más de 90% una ayuda que entrega a los caficultores: de 60.000 pesos a 115.000 pesos (de 33 dólares a unos 63 dólares) por cada "carga" de café, o el equivalente a 125 kilos, que es la unidad básica de venta de los productores.
El gerente de la Federación Colombiana de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz, invitó el domingo a los organizadores de la huelga a levantarla y, sobre todo, a terminar con los bloqueos de vías.
"Un llamado definitivo: por favor gentes (que) están en los paros y sobre todo bloqueando carreteras. Deben reflexionar", aseguró Muñoz en rueda de prensa en la sede de la Federación, el paraguas que agrupa a los cafeteros, pero que ni convocó ni auspició la protesta porque sus directivos consideran que debe negociarse sin vías de hecho.
El dirigente cafetero calificó de "importantes y relevantes" las medidas anunciadas la víspera por el gobierno. "Honestamente a la gran mayoría de caficultores les sirven y los sacan de las dificultades. Son medidas que no podemos despreciar y son medidas concertadas en escenarios serenos".
Pero los cosechadores, en franca disputa con los directivos, consideran que los auxilios no resuelven sus problemas.
"Es una mentira más del gobierno… Nosotros no hemos llegado a un arreglo", aseguró telefónicamente el domingo Guillermo Gaviria Osorno, propietario de una finca de 50 hectáreas en el municipio de Heliconia, departamento de Antioquia y a unos 258 kilómetros al noroeste de Bogotá.
Dijo que siguen congregados al menos 8.000 cultivadores a la orilla de la carretera en campamentos improvisados en la zona de Bolombolo, en Antioquia, y a unos 250 kilómetros al noroeste de Bogotá.
Gaviria dijo que siguen manteniendo su principal demanda que es fijar un precio mínimo por carga de café de al menos 750.000 pesos (unos 416 dólares), lo que dijo ya significó que han flexibilizado su postura porque inicialmente exigían 800.000 pesos por carga (unos 444 dólares).
Aseguró que la ayuda de 60.000 pesos o de 115.000 no representa una garantía para los cafetaleros, que son unas 560.000 familias en todo el país.
El anuncio del gobierno del sábado de aumentar la ayuda por carga, pero no el precio "fue muy mal recibido" por los cafeteros del departamento de Tolima, aseguró vía telefónica por otro de los líderes de la protesta, el cultivador Emilio Martínez.
"La gente está enardecida" pero no se han producido en la jornada choques con las autoridades, agregó Martínez, desde la ciudad de Ibagué, capital de Tolima y a 130 kilómetros al suroeste de la capital colombiana. "Aquí no hay ninguna oportunidad de decir que levantamos el paro", dijo Martínez, al asegurar que en su campamento en las afueras de Ibagué se mantienen el domingo al menos 3.000 cultivadores.
El gerente del estatal Banco Agrario, Francisco Estupiñán, informó el domingo as que el 80% de la deuda de los cafeteros es con esa entidad crediticia. La deuda, precisó, es de 1,4 billón de pesos o unos 770 millones de dólares.
Advirtió, sin embargo, que el objetivo del Banco Agrario es reprogramar la deuda de 2013 para los años 2014 hasta 2017.
Los productores de café comenzaron su huelga porque aseguran que están produciendo la carga a pérdida: actualmente el precio que les paga es de unos 500.000 pesos (unos 277 dólares), mientras aseguran que mínimo les cuesta producirla 700.000 pesos (unos 388 dólares).
La policía calcula que al menos 25.000 cosechadores están congregados en 18 distintos puntos, principalmente del suroeste del país.
El gran problema, reconocen tanto las autoridades como los cultivadores, es que el precio de la carga se fija por un promedio entre el precio internacional del grano y la tasa de cambio del peso colombiano frente al dólar. Como el precio internacional ha caído de unos tres dólares a 1,40 dólares por libra en los últimos tres años, mientras el peso colombiano se ha fortalecido al menos 40% frente a la divisa estadounidense en los últimos cuatro años, según datos de la Federación, entonces los ingresos de los cosechadores han caído.
El gobierno, a través del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, ha dicho que no pueden garantizar ese precio mínimo por carga para todos los caficultores porque carecen de la plata suficiente y que además si lo hacen para los cosechadores de café, también otros productores lo pedirían y las arcas públicas no tiene recursos para tanto.
La Federación ha dicho que las exportaciones de café se mantienen porque la huelga comenzó después de que culminara la cosecha de enero y hay suficiente grano para la venta./AP