Puerto Rico reduce progresivamente su tradicional dependencia de inversión estadounidense con la llegada de capital de países de Latinoamérica, con México a la cabeza a través de Asur en el aeropuerto de San Juan y la farmacéutica Neolpharma.
El recién nombrado secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC) de Puerto Rico, Alberto Bacó, señaló hoy a Efe que hay en marcha iniciativas para reducir la dependencia que durante décadas ha mantenido la isla caribeña del capital estadounidense.
"Puerto Rico comienza con México a apuntar al capital de Latinoamérica", indicó Bacó, en referencia a la participación del grupo mexicano Asur en el contrato para operar durante 40 años el Aeropuerto de San Juan y la farmacéutica Neolpharma, que inauguró esta semana su nueva planta de manufactura de medicamentos en la isla.
"El objetivo es no depender solo del capital estadounidense", subrayó Bacó, que dijo que en concreto hay 15 iniciativas estratégicas para convertir a Puerto Rico en los próximos años en un destino de inversión internacional de primer nivel.
El funcionario destacó que, aunque las inversiones más representativas han llegado de México, su departamento trabaja para que empresas de Brasil, Colombia y Chile, entre otros países, pongan su punto de mira en Puerto Rico.
Bacó aclaró que probablemente esto no había sucedido hasta ahora por las situación económica de esos países, pero que el fuerte crecimiento de la economía en toda América Latina en los últimos años ha modificado totalmente el escenario.
"Brasil invierte ya fuera de su país y es una potencia en la industria farmacéutica", dijo el secretario del DDEC sobre la posibilidad de que empresas del gigante suramericano se fijen en Puerto Rico.
Aclaró que los planes para atraer inversión incluyen al Caribe y en concreto a la vecina República Dominicana, país que en los últimos años ha experimentado un fuerte crecimiento económico.
En particular se refirió a la posibilidad de alcanzar acuerdos con empresas dominicanas para iniciar allí el proceso de manufactura de ciertos productos que se finalizarían en Puerto Rico para beneficiarse de la garantía del "hecho en Estados Unidos".
Bacó dijo que es posible que con el tiempo países de América Latina se instalen en Puerto Rico, como lo ha hecho la farmacéutica mexicana Neolpharma, que esta semana inauguró su nueva planta de manufactura en Caguas, distrito del área metropolitana de San Juan.
La planta de Neolpharma empleará a más de 200 trabajadores y pretende convertirse en plataforma para acceder al mercado de medicamentos genéricos estadounidense.
Los planes de Neolpharma para su nueva planta en Puerto Rico incluyen además una inversión mínima de 20 millones de dólares durante los próximos dos años y la transferencia de 12 productos de su cartera de genéricos.
La llegada de Neolpharma a Puerto Rico se produce después de que el grupo mexicano Asur se haya hecho, a través del consorcio Aerostar Airport Holdings en el que se integra también el fondo estadounidense Highstar Capital, con el contrato para operar durante 40 años el Aeropuerto de San Juan.
El contrato obligará al consorcio a un desembolso de 2.573 millones de dólares (2.096 millones de euros).
La llegada de empresas latinoamericanas a Puerto Rico sigue a la que hace décadas iniciaron grupos españoles, que ocuparon el lugar que iba dejando el capital estadounidense.
El grupo financiero Banco Santander inició sus operaciones en Puerto Rico con la compra en 1976 del First National Bank of Puerto Rico, que entonces contaba con 25 millones en activos y una sucursal.
Mapfre adquirió en 1990 la Corporación Continental de Nueva York, lo que marcó el inicio de operaciones de la aseguradora en la isla.
Abertis, junto a la entidad financiera Goldman Sachs, se adjudicó en 2011 por 1.436 millones de dólares la explotación de las autopistas PR-22 y PR-5, dos de las más importantes de Puerto Rico, donde la constructora española gestiona desde hace años el Puente Teodoro Moscoso de la capital. EFE