El apartamento papal y el ascensor que lleva al mismo, en el Vaticano, han sido sellado pocos minutos después de que Benedicto XVI haya dejado de ser papa.
La normativa vaticana prevé que tras la muerte o, en este caso, renuncia del papa, el apartamento papal del Vaticano tiene que quedar libre y es sellado hasta que haya sucesor.
Benedicto XVI se ha trasladado a la residencia de Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma.
Esta residencia papal también tendría que haber sido sellada, al ser morada del Pontífice, pero, según precisó hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi, no se hará, ya que no guarda documentos papales que exijan poner a buen recaudo.
El precintado del apartamento, precisó Lombardi, se ha hecho de manera privada y hasta mañana no habrá imágenes del momento. EFE