EFE
Los presidentes de Israel, Simon Peres, y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, fueron recibidos hoy por el papa Francisco a la entrada de su residencia, la Casa de Santa Marta, para participar en la oración por la paz en Oriente Medio.
El primero en llegar fue Peres a las 18:10 hora local (16:10 GMT), a quien el papa dio un abrazo de bienvenida, y veinte minutos más tarde llegó el presidente palestino.
El papa pudo conversar así en privado unos minutos con Peres y después también lo hizo brevemente con Abás, a quien dio un beso y un abrazo.
En el saludo inicial estuvo presente también el custodio de Tierra Santa, el franciscano Pierbattista Pizzaballa, quien se ha encargado de organizar todos los detalles de esta celebración.
Después los tres, en compañía del patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, también invitado a esta celebración, tienen previsto trasladarse en automóvil al lugar elegido para la oración en los Jardines Vaticanos.
La celebración comenzará con una apertura musical y con la explicación, en inglés, de cómo se desarrollará la oración.
El papa Francisco se sentará en medio de los presidentes y juntos asistirán a la celebración, que ha sido dividida en tres partes y en la que se seguirá el orden cronológico del origen de las tres religiones: judaísmo, cristianismo e islam.
El último paso de la celebración comenzará con la intervención del papa Francisco, que invocará la paz y después invitará a cada uno de los dos presidentes a formular sus propias invocaciones.
No está previsto que haya referencias políticas, pues el custodio de Tierra Santa explicó el pasado viernes que esta ceremonia sin precedentes transcurrirá como "una pausa en la política".
"El deseo del papa es el de hacer una pausa en la política, elevarnos y mirar en alto y desde arriba darnos cuenta de lo que ocurre en Tierra Santa", explicó Pizzaballa.
El franciscano comentó que no hay que creer que, tras ese acto, "estallará la paz", pero insistió en que es un gesto fuerte "para dar un respiro a la política".
El acto terminará con un apretón de manos en el que participará también el patriarca Bartolomé y después se plantará un olivo, símbolo de la paz.
Terminada la celebración, los cuatro permanecerán juntos mientras las delegaciones pasarán a saludarlos, y a continuación el papa, los dos presidentes y el patriarca irán a la Casina Pío IV para hablar en privado. EFE