Amnistía Internacional (AI) de México advirtió que el reciente despliegue militar en el estado de Michoacán (oeste) muestra similitudes a la "guerra" emprendida por el expresidente Felipe Calderón contra el crimen organizado, por lo que será "difícil esperar resultados diferentes".
El representante de AI en México, el español Daniel Zapico, consideró que el Gobierno mexicano "debe poner fecha ya a la salida del Ejército de las calles".
"Tenemos que saber cuándo y cómo se va a proceder a esa salida", dijo, y argumentó que el Ejército es "una institución preparada contra una agresión militar, no para realizar tareas de seguridad ciudadana".
"Es difícil esperar resultados diferentes haciendo lo mismo. Se ha enviado al Ejército, pero no sabemos si hay otros elementos para que el resultado sea distinto. Puede ser que la presencia de las fuerzas armadas reduzca la criminalidad por un momento, pero sabemos que no es sostenible", consideró el activista.
Durante la presentación del informe anual 2013 del organismo defensor de los derechos humanos, Zapico sostuvo ante representantes de diversas organizaciones civiles y periodistas que "la política de seguridad no ha sido útil ni para los derechos humanos ni para la seguridad".
Apenas el pasado lunes se inició en Michoacán un operativo que consta de unos 4.000 militares y 1.000 policías para "devolver la paz" en ese estado asolado por el crimen organizado, y que forma parte de una estrategia "integral" que marca una "gran diferencia" respecto a la de Calderón, según fuentes oficiales.
"El Gobierno de (el presidente) Enrique Peña Nieto tiene un reto fundamental y es romper con la tradición de promesas vacías que se ha instalado en la política mexicana", declaró Zapico.
Añadió que "México no necesita más palabras bonitas, sino acciones concretas para modificar una situación de suma gravedad; necesita que se ponga fin a los abusos y que realmente haya justicia".
Sobre el desempeño de México en materia de derechos humanos apuntó que "persisten el secuestro, la impunidad, las desapariciones y otras violaciones sistemáticas".
"Es cierto que el Gobierno de Peña Nieto ha reconocido este problema, pero no bastan las palabras. Seguimos registrando la existencia de detenciones arbitrarias, tortura, secuestro, uso excesivo de la fuerza e incluso ejecuciones extrajudiciales", puntualizó.
El informe presentado por AI asegura que "durante los seis años de Calderón en la Presidencia (2006-2012) más de 60.000 personas murieron y 150.000 se convirtieron en desplazadas por la violencia asociada a las drogas".
También señala que los cárteles de la droga y otras bandas delictivas "fueron responsables de la mayoría de homicidios y secuestros, pero a menudo actuaban en connivencia con funcionarios públicos"./EFE
Jueves 23/05/2013