AP
Miles de alumnos en todo Estados Unidos planean abandonar las aulas en protesta por la falta de medidas contra la tenencia de armas, a raíz de la reciente masacre escolar en Parkland, Florida.
Ello ha dejado en un dilema a los responsables de las escuelas: ¿Cómo permitir que los estudiantes ejerzan su derecho a la libertad de expresión, sin verse inmersos en el debate político sobre el control de armas?
Algunos responsables han asumido una posición dura, amenazando con suspender a todo alumno que proteste, mientras otros han mostrado una actitud más conciliadora, tratando de negociar con el alumnado para encontrarles un lugar donde puedan manifestarse honrando a las víctimas de la masacre y expresando sus puntos de vista sobre las masacres escolares y la necesidad de un mayor control de armas.
Desde la masacre ocurrida el 14 de febrero en la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas, han estallado protestas espontáneas en varias escuelas del país. Pero la primera serie coordinada de manifestaciones a nivel nacional será el 14 de marzo, cuando los organizadores de la Marcha de las Mujeres han convocado una protesta de 17 minutos: un minuto por cada una de las víctimas de la matanza en Florida.
Se ha convocado a protestas también para el 24 de marzo, incluyendo una en Washington, D.C.; y el 20 de abril en el 19no aniversario de la masacre escolar en Columbine, Colorado.
Independientemente de cómo cada escuela lidie con las manifestaciones, varias universidades, entre ellas Harvard, Yale, MIT, la Universidad de Connecticut y UCLA, les han asegurado a los alumnos que su participación no afectará sus probabilidades de ingresar.
Pero para los administradores de las escuelas secundarias, ha sido un desafío determinar cómo encarar las protestas en horario escolar. En algunos casos, la controversia ha provocado roces.
En Needville, Texas, cerca de Houston, llovieron las críticas sobre el director de la escuela Curtis Rhodes por haber advertido que quienes participen en las marchas serán suspendidos por tres días, incluso si cuentan con aprobación de sus padres.
“DEBERÍA DARLE VERGÜENZA”, escribió una mujer en las redes sociales.
En Garretson, Dakota del Sur, las autoridades de una escuela cancelaron una protesta que habían permitido para el 20 de abril, luego que el anuncio en Facebook suscitó más de 300 críticas de adultos.
Y en Arizona, decenas de estudiantes en la Escuela Ingleside, cerca de Phoenix, fueron suspendidos por un día por participar en una protesta el 27 de febrero.
Layla Defibaugh, alumna de Ingleside, dijo que quería participar en la protesta pero no lo hizo al escuchar la advertencia sobre la suspensión. Aun así, dijo que sí participará en la marcha del 14 de marzo, aun si ello le acarrea una suspensión.
"Es importante para mí expresar mi opinión sobre este tema”, declaró la joven.
2018-03-11