EFE
La organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) pidió hoy a los líderes que participan en la VII Cumbre de las Américas que aborden los problemas relacionados con los derechos humanos en sus respectivos países.
"Las profundas desigualdades sociales y económicas, la violencia perpetrada por redes criminales y fuerzas de seguridad, así como la represión constante y la criminalización de los activistas en favor de los derechos humanos continúan siendo un plaga en las Américas", señaló la organización en una carta abierta emitida desde su sede en Londres.
Ante el comienzo de la cumbre en Panamá, que reunirá a 35 países del continente bajo el lema "Prosperidad con equidad", AI alertó de que los derechos humanos se han "pisoteado" en la región en repetidas ocasiones.
"Mientras los líderes se encuentran en enclaves de lujo de Panamá, los ciudadanos ordinarios sufren a lo largo de toda la región", dijo la directora de Amnistía para las Américas, Erika Guevara-Rosas.
"Desde los indígenas que protegen sus tierras de las corporaciones multinacionales, a los manifestantes asesinados y mutilados en Venezuela y Brasil, hasta a aquellos que se levantan cada día sin sus hijos, desaparecidos en México", añadió la portavoz de la organización.
Guevara-Rosas sostuvo que la reunión en Panamá es una oportunidad para "enderezar las disparidades económicas y sociales en la región" y "comprometerse a dar pasos concretos para promover políticas dirigidas al desarrollo".
"Que este sea el día en el que los gobiernos de las Américas se pusieron a trabajar juntos para crear una vida mejor para todos", dijo la directora de AI.
En 2014, Amnistía Internacional documentó situaciones en las que las fuerzas de seguridad violaron leyes internacionales en Brasil, Canadá, Chile, Ecuador, Guatemala, Haití, México, Perú, Estados Unidos y Venezuela.
En su carta abierta, la organización subraya la necesidad de abordar la situación de los inmigrantes en Centroamérica, en particular la de los menores de edad, los retos de los indígenas cuyas tierras están en peligro, así como la represión a comunidades marginadas y activistas en favor de los derechos humanos.