La semana pasada, en un apartamento del distrito madrileño de Tetuán, en España, dos narcotraficantes de 53 y 45 años secuestraron y torturaron a otro de 31 años.
La razón de este acto violento era una deuda relacionada con la venta de drogas. Sin embargo, la Policía Municipal logró liberar al retenido y detuvo a sus captores.
La noche del 13 de enero, los dos individuos llegaron a una vivienda en la calle Bravo Murillo.
Allí, amenazaron al inquilino con una pistola, lo secuestraron en su propio apartamento y lo golpearon repetidamente.
Exigían el dinero que les debía por negocios de drogas en el barrio. Amenazaron con cortarle el cuello si no pagaba y sabían que había ganado 32.800 euros en la Lotería.
La novia del inquilino llegó al lugar, pero le negaron la entrada al apartamento.
Le tomaron una foto y la amenazaron de muerte si decía algo a la Policía.
Por la tarde, un hombre informó a unos agentes municipales de la Comisaría Integral del Distrito de Tetuán sobre lo que estaba ocurriendo.
Los agentes acudieron rápidamente al lugar.
En horas de la noche, los agentes llegaron al apartamento. Al principio, nadie abrió, pero escucharon murmullos amenazantes.
Minutos después, la víctima abrió la puerta. Tenía signos de golpes en la cabeza y parecía asustado, pero afirmó que estaba solo y que todo estaba bien.
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Sin embargo, los agentes vieron a otro hombre sentado en un sillón y una pistola escondida en un altillo.
Por lo tanto, los agentes entraron en la vivienda, protegieron a la víctima y detuvieron a los dos hombres sin usar la fuerza. Les confiscaron 775 euros en efectivo.
En el apartamento, encontraron varias dosis de cocaína para consumo personal.
Una vez a salvo, el secuestrado reveló que los hombres eran parte de un clan de narcotraficantes que querían cobrar una deuda.
Contó que antes habían secuestrado a un amigo suyo, quien bajo tortura les dio su dirección.
Luego, obligaron a este amigo a retirar dinero de un cajero y a hacerles una transferencia de 24.800 euros.
El secuestrado, de España, les dijo a los agentes que los dos detenidos y un tercer hombre que se había ido lo habían retenido durante varias horas.
Proporcionó a los policías información sobre este último. Después, necesitó atención médica por sus heridas y el Samur lo trasladó al Hospital La Paz con una fractura de mandíbula.
Así lo informe el web site de El Mundo.
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