Arrancan las elecciones presidenciales en Perú: este domingo 6 de junio se lleva a cabo la segunda vuelta comicial 2021, donde más de 25 millones de peruanos habilitados para sufragar tendrán la responsabilidad de elegir al próximo dirigente de la nación, quien llevará las riendas del Estado por los próximo cinco años.
En unas históricas elecciones marcadas por una crisis política, económica y social, y con la pandemia del coronavirus como telón de fondo, el pueblo peruano deberá decir entre dos modelos de país totalmente antagónicos liderados por Pedro Castillo y Keiko Fujimori, la izquierda independiente y la derecha conservadora, misma que ha regido en la nación andina desde hace más de 30 años.
Las principales empresas encuestadoras del Perú (IPSOS, IEP y Datum) pronosticaron durante toda la campaña presidencial “un posible empate técnico entre ambos adversarios”, pero siempre con una leve ventaja de Castillo sobre Fujimori, quien desesperada por liderar las encuestas arrojó una lluvia de propuestas y promesas electorales que la opinión pública tacho de “populista”, citando al diario Perú 21.
Dos proyectos de país bajo una misma bandera
Lo cierto es que hoy, el pueblo peruano acudirá cívicamente a las urnas electorales para definir al “presidente bicentenario” de la nación, en el marco de los 200 años de la independencia peruana, el próximo 28 de julio. Aquí un leve perfil de los dos candidatos:
Keiko Fujimori es la abanderada por el partido ultraconservador de la derecha peruana Fuerza Popular, fundado por su padre Alberto Fujimori, expresidente del país entre 1990 y 2000, quien fue condenado a 25 años de prisión por cometer delitos de lesa humanidad durante su mandato. Este es el tercer intento de Keiko como candidata a la presidencia.
Fujimori es una veterana en la política nacional, porque desde temprana edad acompañó a su padre en el liderazgo del país, además fungió como primera dama del Perú en ausencia de su madre. Entre sus promesas electorales destacan la campaña de vacunación masiva, el libre comercio y el tan anhelado indulto humanitario a su padre, de 82 años de edad.
Por su parte, su adversario, Pedro Castillo, es un licenciado en pedagogía y maestro de escuela primaria que saltó a la política recientemente por su movimiento sindicalistas en favor del gremio docente. Además, es un destacado líder del movimiento campesino andino que ha prometido darle voz a las comunidades rurales del país.
Entre sus promesas destaca la controversial reforma constitucional a la Carta Magna peruana, la creación de un millón de puestos de trabajo y la nacionalización del sector minero, un rubro que representa el 19% del producto interno bruto del Perú. Castillo es un candidato independiente abanderado por el partido Perú Libre.
