AFP
Entre el horror y la indignación, los guatemaltecos demandan este jueves explicaciones por la muerte de 31 adolescentes, todas mujeres, en un incendio de un hogar juvenil investigado por denuncias de abusos sexuales.
"¿Cómo no se pudieron dar cuenta para poder salvarlas a tiempo si el humo se ve al instante?", dijo a la AFP, en la morgue de Ciudad de Guatemala, el tío de una menor de 15 años originaria del departamento oriental de Jutiapa, cuyo cuerpo fue identificado con pruebas de ADN.
La información sobre lo que sucedía en ese centro de acogida para adolescentes, que dependía del gobierno, llega a cuenta gotas y es brutal. Según el último balance, 31 jóvenes, de entre 14 a 17 años, fallecieron en el incendio registrado en la mañana del miércoles en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, en San José Pinula, a 10 km de la capital guatemalteca.
Al menos 19 jovencitas murieron en el acto, el resto en el hospital.
Aún quedan internadas 27 sobrevivientes, de las cuales 14 se encuentran en estado crítico, precisaron fuentes hospitalarias.
"Masacre"
La tragedia en un centro superpoblado que dependía de la Secretaría de Bienestar Social de la presidencia provocó indignación, estupor y una oleada de críticas contra las autoridades.
El presidente de Guatemala Jimmy Morales, otrora un conocido comediante de televisión con una popularidad cada vez más baja desde que inició su mandato, decretó tres días de duelo nacional y ordenó la destitución del director del recinto.
Se trata de "una masacre", aseguró Hilda Morales, procuradora de Derechos Humanos de la Infancia, quien pidió una investigación administrativa y penal en contra de los responsables del hogar.
El titular de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia, Carlos Rodas, dijo que asumía la responsabilidad de la tragedia, pero se negó a abandonar el cargo.
"No podemos recuperar esas vidas, pero sí podemos analizar el sistema (y) transparentarlo", agregó.
Según versiones preliminares, la noche del martes, horas antes del incendio del miércoles, un grupo de jóvenes intentó fugarse tras denuncias de abusos y maltratos.
El hogar es blanco desde hace tiempo de un escándalo por denuncias de abusos sexuales contra los internos.
El refugio alberga, por orden judicial, a menores de 18 años víctimas de violencia doméstica, que cometieron algún delito o que fueron rescatados de las calles. El centro cuenta con capacidad para 400 menores pero aloja a unos 800.
"Nunca me imaginé"
Muchas de los familiares de los jóvenes se congregaron el miércoles ante refugio. Muchos de ellos tenían los ojos hinchados por el llanto.
"Nunca me imaginé que este lugar a donde lo vinieron a meter fuera tan peligroso", se lamenta con horror María Román, una ama de casa que intentaba conocer la suerte de su hijo de 16 años.
Algunos de los que han sobrevivido fueron reubicados en otros centros públicos y privados, mientras que otros fueron con sus familiares temporalmente.
Unos 25 activistas de derechos humanos se concentraron frente a la Casa Presidencial, donde simbólicamente derramaron carbón y muñecas quemadas.
La directora para América Latina del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), María Perceval, confió en un comunicado en que "el Estado guatemalteco cumplirá con su obligación de investigar los hechos ocurridos, identificar a los responsables y reparar a las víctimas".