EFE
La serie de atentados ocurridos este martes en el noreste de Nigeria, incluido el ataque contra un campamento de desplazados, refleja como la inseguridad está amenazando la ayuda humanitaria en esta región en la que opera el grupo yihadista Boko Haram, dijo este 16 de agosto el Consejo Noruego de Refugiados (CNR).
Esta organización civil, una de las más respetadas del mundo en su campo de acción, advirtió de que ante la intensificación de la ofensiva militar los grupos armados han decidido "buscar blancos más fáciles", en particular áreas que albergan a desplazados.
Según la entidad, el pasado julio hubo 190 incidentes de seguridad de ese tipo, una cifra que supera el número total de ataques que se registraron entre mayo y junio.
"Campamentos como el que acaba de ser atacado, donde viven mujeres y niños desplazados, se han convertido en blancos indiscriminados y pueblos que antes eran considerados seguros ahora son atacados", señaló el responsable del programa del CNR en Nigeria, Ernest Mutanga.
Los atentados de ayer dejaron al menos 27 muertos y 80 heridos, en una serie de detonaciones simultáneas en un mercado y a la entrada de un campamento de desplazados, cercanos uno de otro, en la localidad de Mandari.
A causa de amenazas directas en su contra, el CNR se ha visto forzado a suspender temporalmente sus actividades en ciertas zonas del noreste de Nigeria, lo que ha afectado a la distribución de alimentos, agua y ayuda adicional a cientos de personas.
Esto coincide con el inicio de la temporada de lluvias, lo que ya ha empezado a dificultar el acceso de la ayuda humanitaria a una región que sufre una grave crisis alimentaria. Se teme que de 4,2 millones de personas que se encuentran actualmente al borde de una situación de hambruna se llegue a 5,2 millones a finales de agosto.
"Necesitamos que el Gobierno de Nigeria aumente la protección de los civiles en los campamentos de desplazados. Es su responsabilidad esencial", señaló Mutanga.
2017-08-16