La presidenta Michelle Bachelet anunció un plan especial de ayuda para las regiones del norte de Chile, azotadas por dos terremotos y cientos de réplicas esta semana.
"Los grupos de trabajo se harán aquí, no en Santiago, porque no será de Santiago desde donde diremos a los ariqueños qué tendrán qué hacer", dijo la mandataria desde Arica, en la frontera con el Perú.
Los movimientos telúricos, que dejaron seis muertos y 2.500 viviendas inutilizables, mantienen en pánico a la población, que aún no logra disponer en su totalidad de agua y electricidad.
Bachelet, quien asumió el poder el 11 de marzo, agregó que su gobierno trabaja en "identificar la emergencia y los procesos futuros de desarrollo".
"Estamos en una etapa de provisión de servicios, para que las víctimas tengan abrigo y comida", añadió.
La crisis, para la que el gobierno anunció "recursos sin restricciones", estalló el martes cuando un terremoto de magnitud 8,2 en la escala de Richter azotó el norte de Chile, provocando alertas de tsunami en casi todo el Pacífico latinoamericano.
Un segundo sismo, de magnitud 7,6, azotó nuevamente la zona en la madrugada de este jueves, obligando incluso a que la propia Bachelet evacuara el hotel en que pernoctaba.
dpa