El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, condenó el martes el ataque suicida cometido en Estambul, calificándolo de "crimen despreciable" y dijo que los perpetradores deben ser llevados ante la justicia.
Diez personas, en su mayoría extranjeros murieron, cuando un suicida sirio hizo explotar un artefacto explosivo en el distrito turístico de Sultanahmet.
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Ban envió sus "más sinceras condolencias" a las familias de las víctimas y "al gobierno y al pueblo de Turquía, Alemania y otros países" cuyos ciudadanos fueron víctima del ataque.
El atentado suicida, que fue atribuido por el gobierno turco al grupo Estado Islámico (EI), dejó nueve turistas muertos -nueve de los cuales eran alemanes- y 15 heridos./AFP
2016-01-12