EFE
El Banco de México (central) confió hoy en que la inflación en el país cierre este año por debajo del 4 %, a pesar de las presiones que hubo en enero pasado, cuando subió al 4,63 %, y a la volatilidad que se espera en los próximos meses.
En la presentación del informe de inflación entre octubre y diciembre pasado, el gobernador del organismo emisor, Agustín Carstens, dijo que en general 2013 fue "un año bueno" en términos inflacionarios y señaló que actualmente el indicador está "bajo control".
Carstens explicó que las presiones alcistas detectadas en los precios a comienzos de 2014 y en el último trimestre de 2013 son resultado de una "desviación transitoria".
Aún no hay "efectos de segundo orden", esto es, que unas alzas puntuales en los precios se transmitan a otros componentes de la economía, añadió.
El gobernador del banco central prevé que la inflación general esté por encima del 4 % en el primer trimestre del año, pero en el segundo caiga por debajo de esa cota, y en los dos siguientes se vaya "por encima" del 4 %, para cerrar el ejercicio por debajo de ese nivel.
Añadió que el banco central y su consejo estarán "muy pendientes de que los efectos de segundo orden no se den", pero admitió que "sí podrían aparecer" y, en tal caso, se tendrían que combatir.
"También existe la posibilidad de que la volatilidad de los mercados financieros internacionales pudieran ocasionar un ajuste cambiario que pudiera llegar a afectar a la inflación", apuntó Carstens.
Insistió en que el Banco de México se mantendrá "muy vigilante" para poder reaccionar con oportunidad ante presiones alcistas, pero aclaró que por ahora no variará la política monetaria y que siguen con el objetivo de mantener la tasa de referencia en el 3,5 %.
El economista calificó 2014 como "un año de transición" en términos inflacionarios que conducirá a un 2015 con una inflación general "ligeramente por arriba del 3 %" y una subyacente por debajo de esa cota.
Sobre el crecimiento económico, Carstens señaló que el banco central situó en un 1,2 % el aumento del PIB en 2013, una décima por debajo de la estimaciones del Ministerio de Hacienda, y pronosticó una expansión de entre el 3 % y 4 % para 2014.
El gobernador del banco central señaló que se espera "un buen repunte" pues "se han venido resolviendo" factores que habían lastrado a la economía, entre ellos el bajo crecimiento de EE.UU., el rezago en el gasto público y dificultades en el abastecimiento de gas al sector manufacturero y la debilidad en la construcción.
En 2015, el PIB aceleraría algo su crecimiento, hasta situarse entre el 3,2 % y el 4,2 %, "sobre todo por el impacto" de las reformas estructurales, indicó el titular del organismo emisor.
Respecto al tipo de cambio, Carstens celebró que el peso haya registrado "una depreciación muy pequeña" el pasado año en comparación otras economías emergentes, y que la volatilidad haya sido "manejable".
Consideró "muy remota" la posibilidad de una venta masiva de activos en México y saludó el reciente aumento la calificación crediticia del país por parte de la agencia Moody’s.
En términos de empleo, dijo que en 2014 se crearán "entre 620.000 y 720.000″ nuevos puestos de trabajo, en línea con lo que sucederá en 2015.
Sobre las reformas estructurales aprobadas el año pasado, Carstens señaló que son "muy importantes" para "crecer a tasas más altas sin presiones inflacionarias", pero pidió avanzar "a buen paso" en la legislación secundaria que permitirá su implementación.