El Banco Mundial, organismo especializado de la ONU orientado a erradicar la pobreza extrema, plantea regionalizar la política que regula el uso del agua y la energía para lograr mayor eficiencia y, por lo tanto, un menor consumo en las zonas donde hay escasez de recursos hídricos.
Este fue uno de los planteamientos expuestos en la segunda jornada de la conferencia anual 2014 "Preparando el Día Mundial del Agua: Alianzas para mejorar el acceso, la eficiencia y la sostenibilidad del agua y la energía" que reúne estos días en Zaragoza (noeste) a expertos de distintos países.
En la actualidad, el consumo de energía es seis veces superior al registrado en 1950 y se prevé, según los cálculos de Naciones Unidas, que aumente un 55 % en 2030 debido al crecimiento de la población y a la mejora de la calidad de vida.
De hecho, para producir un kilo de trigo, se necesitan 1,5 metros cúbicos de agua y cerca de 10 megajulios de energía, datos que indican que la agricultura y la ganadería son las actividades que más cantidad de agua requieren, explicó en su intervención la especialista en agua y energía del Banco Mundial, Ana Delgado.
Sin embargo, precisó que a la ganadería y la agricultura se suma la generación de energía, para la que se requiere hasta un 40 % del agua dulce extraída en algunos países desarrollados.
Las extracciones de agua estimadas para la producción de energía en el 2010, según Naciones Unidas, fueron de 583 millones de metros cúbicos, de los cuales más del 80 % no regresó a su fuente original.
Ante esta situación, el Banco Mundial ha establecido alianzas con otras asociaciones para concienciar a los países de la importancia de mejorar la eficiencia en el uso del agua y la energía de forma coordinada, no por separado como se ha llevado a cabo en años anteriores. EFE