EFE
Tres años después de que celebrasen su primer encuentro, los presidentes de China y EEUU, Xi Jinping y Barack Obama, mantuvieron este sábado su última reunión oficial como dirigentes de los países más poderosos del mundo con más de un logro conjunto a sus espaldas, pero múltiples retos para el futuro.
Como no podía ser de otra manera, los dos líderes eligieron su última cita para realizar un anuncio sobre el que ha sido su caballo de batalla común en este trienio: la lucha contra el cambio climático, a la que ya se comprometieron cuando mantuvieron su primer encuentro formal en California (EEUU) en 2013.
La decisión tomada este sábado, en la víspera de la cumbre del G20 en Hangzhou (este de China), ratifica el pacto sobre el clima alcanzado en París en diciembre de 2014, cuando ambos sorprendieron en Pekín, coincidiendo con una cumbre del APEC, con un histórico acuerdo para recortar las emisiones.
Aunque en esta ocasión no se trató de una sorpresa, ya que el anuncio se había adelantado por varios frentes, el golpe de efecto no fue menor y Obama y Xi empezaron su último encuentro saboreando las mieles del éxito.
Ya en privado, tras salir a la palestra a realizar el anuncio, los líderes repasaron otros logros conseguidos al alimón, especialmente el pacto nuclear con Irán, la lucha contra la epidemia de ébola o el último paquete de sanciones contra Corea del Norte.
Para sellar su despedida tras más de tres horas y media de su última reunión, los dos líderes dieron este sábado un nocturno paseo por el complejo junto al Lago del Oeste de Hangzhou, en el que intercalaron inocuos comentarios sobre el paisaje o el clima con alguna confesión más profunda acerca del desarrollo de China.
2016-09-03